22 _ Venta

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Sicilia _ Italia

Se acomodó el traje como pudo y tragó duro antes de cruzar aquellas puertas bajo la atenta mirada de los guardias, solo rezaba para poder salir de allí con vida.

_ ¿¡Sabes cuanto dinero va a costarnos eso!? _ gritaba aquella mujer enloquecida _ lo mínimo que puedes hacer es pedir su cabeza.

_ ¿Puedes calmarte? Me estás haciendo doler la cabeza...

_ Buenos días _ saludó entrando en aquella oficina.

_ ¡¡Tu!! Más te vale que hayas hecho testamento _ le dijo la mujer apuntándole al pecho con un arma.

_ ¡Basta! _ gritó Steel _ puedes callarte de una puta vez Barbara. Ahora Robert ¿¡me puedes explicar cómo un cargamento de más de 35 millones de dólares que estaba bajo tu supervision, acaba en manos de la D.E.A!?

_ Fué un error, confundí el punto de entrega y no teníamos al del puerto comprado.

_ Pues ahora nos debes mucho, mucho dinero Stanton _ le dijo Barbara.

_ Lo sé, y he estado pensando... y creo que sé como puedo pagar la deuda _ habló temeroso _ Puedo... puedo cederte mis acciones de "Black Enterprises"

_ ¿Y para que mierda me vale a mí eso? _ preguntó Barbara

_ Espera, eso podría servirnos de mucho... _ habló por primera vez su hija Mariella.

_ Explicate _ exigió su padre. Ella expuso su idea con un extraño entusiasmo y con una mirada de maldad que haría temblar a cualquiera.

_ ¡No! _ exclamó Steel _ no quiero que mezclen la empresa en esto, mis negocios siempre han sido legales, ese no era el trato Barbara.

_ Aquí soy yo la que decide, pues la deuda es conmigo, así que, si no quieres acabar tropezando con una bala... más te vale apoyar a tu hija _ el hombre apretó los dientes queriendo ser él el que le metiera un tiro entre las cejas.

_ Está bien, pero solo si accede voluntariamente.

Siguieron hablando un rato más, definiendo los pasos a seguir y saliendo de aquella oficina un par de horas después.

_ No creo que acceda _ dijo Stanton caminando al lado de Mariella, en lo que Steel y su esposa Barbara se quedaron solos.

_ No te preocupes, de que acepte me encargo yo.

.....

_ Después de tantos años... _ habló Barbara con evidente odio, una vez que su hija salió de la habitación.

_ ¡No te atrevas! _ advirtió Steel _ jamás en tu puta vida te atrevas.

_ El pasado es pasado _ le dijo con una sonrisa maliciosa _ solo lamento no haberla matado yo _ Máx miró la beretta 9mm que estaba sobre la mesa, intentando recordar todas las veces que había pensado en meterla en la boca y pegarse un tiro.

.....

Se ajustó el abrigo hasta arriba disfrutando el aire frío en su cara mientras caminaba por la ciudad. Estaba extrañamente contenta por que las fiestas por fin pasaran. Aunque para la gran mayoría diciembre era su mes favorito, para ella solo era un recordatorio de su soledad. Su cumpleaños era dos días antes de nochebuena y navidad, y luego fin de año, fechas que siempre las había pasado sola o con la vieja Lucita, cosa que aún lo empeoraba más, pero ese año había sido distinto.

Después de su maravilloso cumpleaños, estuvo un poco triste la noche del 24. Will se había ido a pasar las navidades con su madre y John y Lily lo pasaron juntos como les era habitual, y ella se quedó sola. Pero grande fué su sorpresa cuando el 25 se encontró con ambos hermanos tras su puerta, mostrando unas bolsas con comida de algún restaurante y anunciando que venían a pasar el día con ella.

Una Voz Entre Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora