18 _ Secreto vergonzoso

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Se despertó sintiendo el aroma de John impregnado en las sábanas, frotando su nariz contra la almohada, buscó su cuerpo en la cama para poder abrazarlo y sentir su calor, pero no lo encontró.

Se levantó extrañada pues siempre era ella la primera en levantarse y preparar el desayuno poniendo algo de rock clásico, y cuando él se levantaba, bailaban un poco antes de sentarse a comer, se les había hecho costumbre casi desde el primer día.

Lo buscó por toda la casa mirando incluso en el cuarto vacío, pero no estaba por ningún lado.

Se quedó de pie en la pequeña sala con un montón de sentimientos agolpandose en su pecho, tristeza, duda, congoja, vergüenza e incluso ira, pero sobretodo soledad. Sintió el frío manto de la soledad sobre sus hombros, calándose hasta sus huesos.

No entendía que había pasado ni porqué se había ido, estaba confusa, enfadada y sobretodo, sola.

"Se fué, dejándote sola ¿qué esperabas? ¿qué se quedara contigo a jugar a las casitas? Te echó un polvo porque estaba cachondo y yá, la tonta eres tú por hacerte pajaritos, seguro no quiere ni verte. Ahora serás la estupida a la que se tiró una noche y a la que tiene que ver cada día porque no puede librarse de ella. Te lo advertí, te dije que pasaría, que no bajaras la guardia porque te ibas a caer"

_ Todos se van... _ susurró con los ojos inundados en lágrimas.

La puerta del departamento se abrió en ese momento.

_ Hola _ saludó con una tímida sonrisa _ espero que no te moleste que haya cojido... _ interrumpió sus palabras al ver sus ojos vidriosos _ ¿qué ocurre? _ preguntó, caminando hasta ella.

_ Te fuiste _ habló bajito.

_ Si, fuí a ver como estaba Lily y de paso aproveché a darme una ducha y cojer algo de ropa _ explicó señalando el bolso deportivo que traía en la mano _ creí que regresaría antes de que te despertaras por eso cogí tus llaves ¿estas molesta por eso?

_ No _ contestó bajando la mirada. John se acercó a ella levantando su rostro haciendo que lo mirara.

_ ¿Qué pasa? _ preguntó suave.

_ Pensé que te habías arrepentido _ susurró al tiempo que una lágrima caía por su mejilla. John cerró los ojos con fuerza comprendiendo lo que le sucedía.

_ Jamás me arrepentiría de estar contigo preciosa _ le dijo, dejando un delicado beso en sus labios y secando la lágrima con su pulgar _ ve a darte una ducha, quiero llevarte a desayunar afuera.

Luna asintió sin decir nada más y desapareciendo por el pasillo, dejándolo allí parado pensando en que era un idiota.

"Tienes el cerebro de adorno, normal que pensara eso y más después de lo que te contó anoche..."

Casi media hora después salieron a desayunar. Pasearon tranquilos aprovechando el cálido sol de aquella mañana de otoño, John la llevó a una pequeña cafetería que no que no estaba muy lejos de su casa.

Decidieron sentarse en una de las mesas de la terraza cubierta que daba a un jardín privado, en unos minutos fueron atendidos por un joven y comenzaron a desayunar.

Luna estaba muy callada, demasiado para su gusto, entendía que había cometido un error pero no tenía ni idea de como arreglarlo, intentó sacarle tema de conversación en un par de ocasiones, preguntándole si le gustaba el lugar o si estaba buena la comida, ella se limitaba a contestarle con monosílabos o frases cortas.

_ Luna...

_ ¿y como está tu hermana? _ lo cortó, intuyendo lo que le iba a decir.

_ Supongo que bien, estaba dormida.

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