5 _ Sonrisa

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A partir de ese día las cosas fueron cambiando para los dos.

John estaba mucho más relajado, las cosas con ella a su lado eran mucho más llevaderas. Le acompañaba a todas sus reuniones y pasaban horas en presidencia estudiando y comentando sobre futuras estrategias y pasos a seguir, o como mejorar las diferentes empresas ya establecidas.

Había interpuesto una línea invisible entre ellos manteniendo siempre su máscara de frialdad, se propuso que esa atracción que sentía por ella no podía ir a más, que tenía que ignorar todas esas sensaciones que afloraban en su pecho con solo escuchar su voz, y dejar de verla como mujer y solo verla como empleada.

Luna se sentía valorada en su trabajo, su jefe la tenía siempre en cuenta escuchando sus propuestas y aceptando sus ideas y, aunque no tuvo ninguna crisis, las cosas no eran fáciles. Su jefe era muy exigente, lo quería todo yá y para yá, sin contar ciertas ocasiones en que lo había encontrado mirándola, observandola, tanto que sentía como si la mirara con desprecio, como si no valiera nada.

Ella había luchado mucho durante toda su vida y no permitiría que nadie la volviera hacer sentirse poca cosa, inferior a los demás, lo que provocaba que en ciertos momentos sus filtros cerebro-boca se desconectaran ocasionando algunas situaciones tensas como en ese preciso momento.

_ ¿¡Will puedes subir a mi puta oficina!? ¡¡Yá!! _ gritó John por teléfono _ y trae la baja del contrato de la señorita Moon.

_ ¿Qué demonios te pasa? ¿Acaso estás loco? _ preguntó Will _ dame un minuto y subo.

Y así lo hizo, en menos de un minuto entraba en el despacho de su amigo. Luna estaba de pie frente al escritorio con su ya típica ropa de oficina, una falda tubo, una blusa blanca y su peinado de moño apretado, cruzada de brazos y semblante serio, mirando fijamente al que era su jefe, que lucía realmente cabreado.

_ Haber tórtolos _ ambos lo miraron instantáneamente asesinandolo con la mirada _ esta bien, lo siento, ¿qué demonios pasó ahora?

_ Aquí la "señorita" _ pronunció haciendo énfasis _ se cree tan importante que piensa que no tiene que obedecer las órdenes de su superior directo.

_ No se equivoque señor Black, y disculpe, pero soy su asistente no su sirvienta, estoy aquí para "asistirle" en el trabajo _ dijo haciendo comillas _ no para traerle café._ no podía creer que amenazara con despedirla sólo por eso, hacía tiempo que pensaba que era muy estricto y un poco déspota, pero eso le parecía el colmo.

_ ¿Todo esto por un café? ¿¡Qué mierda os pasa!? _ Will estaba confundido con el comportamiento de ambos.

Y ahí radicaba el problema, John se comportaba de forma fría, distante y autoritaria, intentando mantener la compostura ante esa mujer que lo desestabilizaba por completo tan sólo con su presencia, y eso en ella provocaba su rebeldía. No podía entender como un hombre que le parecía tan atractivo e inteligente se comportara de esa manera y no estaba dispuesta a dejarse avasallar.

_ Si mi "superior directo" desea un café,  que baje hasta la cafetería y se lo pida el mismo _ dijo firme _ yo tengo mucho trabajo como para andar cumpliendo sus caprichos.

_ Su "trabajo" _ hizo énfasis mirándola fijamente _ es cumplir mis órdenes seas cuáles sean, señorita Moon, aunque no sean de su agrado _ cada vez estaba más enfadado, no podía creer que lo enfrentara de esa manera, le sacaba de quicio que se mostrara tan estirada y tan firme.

_ Mi trabajo, señor...

_ ¡Basta los dos! _ gritó Will exasperado _ sois un par de idiotas. Tú _ dijo señalando a su amigo _ deja de ser tan tirano y entiende que por bajar a la cafetería a buscarte tu propio café y relacionarte con tus empleados no te vas a morir, y tú _ la señaló a ella _ deja de pensar que todo el mundo quiere machacarte, porque no es así, se te ha demostrado en estos dos meses que se te valora por tu trabajo, como empleada y como persona, así que dejaros de comportar como críos caprichosos y comenzar a comprender que juntos hacéis un equipo increíble _ ambos se miraron unos segundos hasta que Luna habló.

_ Lo siento señor Black, por mi comportamiento _ dijo sincera _ soy su empleada y debo obedecer sus órdenes sean cuales sean.

_ No perdóneme usted a mi señorita Moon _ se disculpó _ es cierto que no está aquí para traerme café _ le dijo mirándola a los ojos _ y solo decirle que realiza un excelente trabajo, de eso no hay duda, y discúlpeme por querer despedirla por esa tontería _ ella asintió _ Se ha convertido en una pieza muy importante en la empresa.

Will tenía razón y ambos lo sabían, cuando no se ponían a discutir eran capaces de entenderse a la perfección.

.....

Poco a poco y con el cambiar de los días Luna comenzó a comprender que no tenía que estar siempre a la defensiva y se relajó un poco respeto a su comportamiento hostil y suavizó sus formas y trato para con su jefe. Así mismo John comprendió que no debía tratarla como una simple secretaria cuando era un activo tan valioso y una mente privilegiada.

En ocasiones, cuando la veía salir de su despacho después se sus reuniones, las palabras de Will llegaban a su mente:

"Deja de pensar que todo el mundo quiere machacarte"

"¿Porqué piensa que quiero denigrarla? No solo eso... ¿porqué cree que todo el mundo quiere hacerlo? Es una mujer brillante y muy hermosa que con un poco de ambición podría llegar muy lejos, sin embargo es honesta y humilde.
Aunque pensándolo bien, eso sí provoca que los demás se sientan inferiores e intenten atacarla y desprestigiarla"

Desde ese incidente comenzó a observarla más a detalle.

Llegaba siempre sola y se iba sola, no compartía con nadie en la cafetería las veces que la había visto y no interactuaba con ningún otro empleado que no fueran él o Will. En ocasiones la había encontrado frente al ventanal con la mirada perdida, ensimismada en sus pensamientos. Su rostro se mostraba serio y en ocasiones hasta triste, que convertía en una sonrisa melancólica cuando se sentía descubierta.

Le gustaba particularmente como brillaban sus ojos las pocas veces que la había visto sonreír con sinceridad cuando conversaba con Will, gesto que desaparecía en cuanto el entraba al lugar donde se encontraran, por eso en ciertas ocasiones, como en ese momento, se quedaba oculto a la salida del ascensor solo para escuchar su dulce voz y suave risa.

_ Vamos no seas estirada bombón _ hizo una mueca al oír como la llamaba su amigo _ vente conmigo.

_ Ya te dije que hoy no galletita.

"¿Galletita? ¿Le acaba de llamar galletita? Amigos mis pelotas, estos seguro tienen algo"

_ Vamos nena, que no quiero salir solo _ insistió.

_ ¿Para qué quieres que salga contigo? No me necesitas, siempre te vas acompañado a casa, y yo me tengo que quedar mirando como te comes alguna y volver sola en taxi.

"Vale, parece que no tienen nada, menos mal... ¿menos mal? ¿Qué diablos me importa a mí si tienen algo a no?"

_ ¿Cuando vas a decirme donde te pierdes los viernes? _ inquirió Will entrecerrando los ojos.

_ No me pierdo en ningún lado._ levantó un hombro restándole importancia.

_ Todos los viernes desapareces y es el día de hoy que no sé donde te metes.

_ Y no lo sabrás, así que déjame volver al trabajo que tengo muchas cosas que hacer y seguro tu también.

_ No te preocupes, sé como manejar al jefe _ le dijo con una sonrisa de suficiencia.

_ ¿Qué tu manejas a quien? _ entró de golpe cortando su conversación

Luna rió con gracia mirando a su amigo, que en ese momento no encontró réplica para defenderse y solo le sacó la lengua en un gesto infantil antes de encaminarse al ascensor y desaparecer en el. John la observó unos segundos encantado con lo que veía, era la primera vez que la veía sonreír sincera con él, y maldita sea si eso no le fascinaba.

Una Voz Entre Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora