『15: Feroz Impaciencia』

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Killian miró la pintura con orgullo

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Killian miró la pintura con orgullo.
Si bien no había sido él quien la había hecho, sí habían sido sus manos. Sacaría provecho de eso.

–Solo quiero que entiendas que soy un humilde admirador tuyo.

–¿De qué estás hablando? No entiendo tus cambios de actitud, ni mucho menos lo que pasó por tu cabeza al pintarme. Tan solo nos hemos visto tres veces– Zafiro lo apunta con el dedo –Será mejor que te largues y te lleves el cuadro, o tendrás problemas como la última vez.

"Ya conoció a Alan. Mierda" Es lo único que piensa el joven.

–Yo...Solo me iré con algo a cambio.

Evolet sonríe con aire sarcástico.

–¿Qué quieres?

Killian mira aquel esbelto cuerpo con descaro, desde las torneadas y largas piernas, subiendo por las tentadoras caderas y sus firmes senos, hasta el par de interesantes ojos claros que lo miran con molestia.

–Deseo tocarte...Pero no tengo dinero.

Zafiro lo mira un par de segundos esperando que sea una broma. Luego se deshace de sus zapatos y se dispone a salir del camerino con intención de llamar al guardia.
Killian es más rápido y la toma de la cintura.

–Por favor. Tan solo un beso, si lo prefieres– se acerca más a su rostro –Será la única manera de que estas ansias dejen de carcomer mi cabeza. Te beso y me largo.

"Ten cuidado, hija mía. Algunos clientes pueden hacer que toques el abismo entre el cielo y el infierno" las palabras de Victoria la agobian.

"Será solo sexo...lo deseas. No tienes por qué aguantar las ganas en este negocio"

Su orgullo se desconectó.

Para decepción de Killian, ella se aparta por unos segundos y va hacia la puerta. Creía que se iría, sin embargo cerró con seguro la puerta.
En un pestañeo la cercanía de sus cuerpos regresa. La joven lo toma bruscamente del cuello de la camiseta y lo empuja hacia sus labios.
El beso no es nada delicado, tiene una mezcla de desespero con una pizca de odio inexplicable.

Aquél chico la molestaba y Evolet no sabía por qué.

Al alejarse, la joven suspira.

–Si es la forma en la que te largues y no vuelvas, está bien. Acabemos con esto rápido.

Evolet

Mi cuerpo es colocado con violencia sobre el tocador. Entre besos y a ciegas arrojo todo objeto que estaba sobre el mueble para estar más cómodos.

Sus manos recorren mi cuerpo desde mis muslos subiendo por mi cintura, abdomen, y pechos hasta llegar a mi rostro. Rodeo su cuello y me alejo unos segundos de su boca.

Capricho (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora