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Gea prometió que volvería a ver a Jungkook, jamás le dijo cuando, solo le dijo que tuviera paciencia, porque iba a tardar en poder hacerlo. Aunque no esperaba que lo hiciera de la noche a la mañana, jamás imagino que tomara tanto tiempo, tantos años.

Cuando le contó a NamJoon sobre su petición, este, incrédulo, se negó a la idea de que un alma pudiera renacer en otro cuerpo y como era de esperarse, aquello voló más rápido que el aire e iba de boca en boca, incluso creando debates entre los dioses ¿aquello era posible? ¿Gea podía hacer tal cosa? ¿YoonGi estaba enloqueciendo por la depresión?

Tal vez tenían razón ¿como podría revivir a Jungkook? Aún si es en otro cuerpo, era imposible y él mas que nadie debía saber eso, después de todo era a lo que se dedicaba.

Ningún alma podía hacerlo ¿por qué siquiera creyó que Gea podría traerlo de vuelta?

Pero incluso con sus dudas, YoonGi espero paciente el día que volviera a ver a su amado, aunque este parecía jamás llegar. Estaba impaciente, tanto hasta el punto de comenzar a perder poco a poco la fe y por más que le rogaba a Gea, esta nunca mas volvió a aparecer.

Gracioso, porque aunque era su madre y progenitora, solo la había llegado a ver dos veces y una fue cuando NamJoon por fin pudo liberarlos del estómago de su padre.

¿Cuando sería el día que volvería a ver a su humano amado?

-¿Hasta cuando dejarás de venir aquí?- la voz del dios del sol apareció por detrás de él.

-¿no es por esto que lo hiciste?- acarició con su mano el mármol frío debajo de esta.

-Solo quería que tuvieras un lugar el que visitar de vez en cuando, no que te encerrarás aquí para siempre.- Hoseok se acercó hasta YoonGi.

Cuando YoonGi se negó a sepultar el cuerpo de Jungkook bajo tierra, por miedo a olvidar como había sido en esa vida, Hoseok tuvo que intervenir para que el Dios del Hades pudiera estar en paz. Convirtió el cuerpo inerte del joven en mármol, blanco y fino mármol, conservando su figura en el, para que YoonGi pudiera tener un consuelo.

-Se ve casi pacifico así.- murmuro pasando sus dedos por el rostro de piedra.- esa estúpida flecha lo arruina todo.

-Anda, vámonos.- Hoseok apoyó su mano sobre el hombro de YoonGi, que tras una despedida más, se retiró con la esperanza de reunirse otra vez con él.






-¿Cuanto tiempo estás dispuesto a esperar?

-Lo que sea necesario.

Until I Find You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora