VII

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Jungkook pudo volver rápido a la escuela, solo se tomó un día de descanso a petición de sus padres y como buen adolescente, obviamente no se negó.
Aunque cuando regreso, se sentía extraño, no con él, con el ambiente en la escuela, quizá era porque sus compañeros ahora le prestaban más atención que antes.

-Hola Jeon ¿Que tal?- fue uno de sus compañeros, Kim Yugyeom.

-Hola...- Se sentía extraño, no es como que antes de aquel día en el museo, haya sido un marginado, solía intercambiar un par de palabras con algunos, no sabía si era su imaginación o realmente le estaban prestando más atención.

-¿Vas al aula de arte?- preguntó Kim, al notar los materiales que llevaba en las manos.

-Sí.- Yugyeom le sonrió y le preguntó si podía acompañarlo, ya que el también se dirigía a tomar esa clase. Como no tenía sentido negarse, acepto a ser acompañado.

-¿Como te sientes?- preguntó apenas iniciaron el camino al aula de artes.- Es decir ¿fue algo grave por lo que te desmayaste?- especificó cuando miró la expresión confundida de Jungkook.

-No, creo que solo fue cansancio.- Ambos dejaron la plática y entraron en silencio al salón.

La actividad de ese día eran rostros, anatomía básica del craneo y luces y sombras; Jungkook empezó trazando las líneas iniciales del boceto y conforme el maestro iba explicando, todos iban dibujando. Dio un poco de teoría, explicó a detalle cómo lograr rasgos auténticos y dio la demostración haciendo él mismo un dibujo.

-Y ahora todo dependerá de la dirección de su luz que hayan escogido.- pasó por todos los cabestrillos mirando los bocetos de sus alumnos, corrigiendo de vez en cuando algunos detalles.- Muy bien joven Jeon, ese es un buen retrato ¿quien es el modelo?

-Ahmm, no lo sé, no escogí un modelo.- El maestro alago su trabajo y siguió al lugar de Kim.

-Siga practicando Joven Kim, tal vez lo suyo son los deportes.- Le dió unas palmaditas en el hombro y siguió con el otro estudiante.

-Oh, pensé que lo había hecho bien.- Dijo, mostrándole el lienzo a Jungkook.

-Tienes el concepto.- Rió viendo su dibujo.- ¿Quien es tu modelo?

-Mi novio.- se encogió de hombros.- Creo que dirá que lo hizo un niño de preescolar.- Ambos rieron.- ¿Y el tuyo?

-No es nadie, solo dibuje lo que se me vino a la mente.- Yugyeom asintió mirando el lienzo de Jungkook.

-Pues creo que tu mente adora a los tipos guapos.- Yugyeom volvió a su dibujo para firmarlo y dejó a Jungkook observando su dibujo.

Aunque era cierto que no había escogido un modelo y que todo lo pinto conforme su mente le decía, el rostro en aquel papel le era muy familiar.

-Pueden retirarse.- al final de la hora, el profesor se despidió de todos, incentivándolos practicar más con el papel y el lápiz.

Jungkook tomó sus cosas y salió del aula junto Yugyeom, aunque a mitad del camino se despidió para ir a su entrenamiento, dejando a Jungkook en la entrada de la escuela para irse a casa.

Ese día decidió caminar de regreso y no pedirle al señor kang que lo llevara a casa, quería comprar más materiales de dibujo que le hacían falta y caminar siempre le ayudaba a distraerse.

Se acomodó sus audífonos y camino hacia la tienda de arte, en dicha tienda ya era un cliente habitual, por lo que en cuanto entro no tardo en ser saludado por las chicas del personal.

-¿Como vas en tus clases?- pregunto para mujer mientras pasaba por la maquina de precios las cosas de Jungkook.

-Bien, mejorando.- La mujer le sonrió y le entregó la bolsa con sus compras, deseándole un buen día y que volviera pronto. Jungkook se despido y siguió con su camino a casa.

-¿No es adorable? Quisiera que mi hermano menor fuera más como él.- las demás mujeres concordaron. Jungkook era un joven muy amable.

Iba concentrado en la letra de la canción que iba escuchando mientras caminaba, no prestando mucha atención a las demás personas a su alrededor, cuando comenzó a tener una extraña sensación de incomodidad, como si alguien lo estuviera observando. Giro su cabeza a ambos lados, pero no había nadie mirándolo, incluso detuvo su paso y giró discretamente hacia atrás, la calle estaba sola, era el único que estaba transitando por allí, así que más asustado que nervioso, aceleró su paso y continuó con su camino, queriendo llegar lo más rápido posible.

Unas cuantas calles más, dejó de sentirse observado y más tranquilo, continuo caminando, agradeciendo profundamente estar más cerca de su casa. Aunque una vez estuvo frente a su puerta, sintió un escalofrío que le dejó toda la piel de gallina cuando vió detrás de él, la silueta de un hombre observarlo.

Entro rápidamente a la casa y subió las escaleras sin avisar de su llegada, encerrándose en su habitación y caminando hacia su ventana para ver quien era aquella persona, pero cuando miró a través de las cortinas, no había nadie.

Suspiró dejando salir todas las emociones acumuladas, sintiendo como su corazón se tranquilizaba más. Quería olvidarse de eso lo más pronto posible, por lo que sacó sus libretas y comenzó a hacer la tarea, lo que le llevó gran padre del día y cuando menos se dió cuenta, el cielo ya estaba oscureciendo.

-Bueno, debería tomar un descanso.- se levantó de la silla y bajó por un vaso de agua, la casa estaba muy silenciosa pero no era raro, casi siempre lo estaba.

Volvió a subir a su habitación y se acomodó en su escritorio, tenía ganas de jugar algún videojuego, hace mucho no lo hacía, por lo que prendió el monitor. Miró la pantalla aún negra y no puedo evitar pegar un brindo en la silla cuando vio una silueta detrás de él por el reflejo de la pantalla.

-¿Qué?- Giro en la silla con la esperanza de que solo haya sido su imaginación, pero quedó todavía más asustado cuando vió a un hombre pálido a pocos pasos de él.

-Hola, Jungkook.

Until I Find You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora