Until I Find You

VXIII

-Yo no recuerdo eso...- Desvió la mirada a la pared de su cuarto, se sentía demasiado nervioso.

-Pero lo hiciste y por eso estoy aquí.- YoonGi seguía acercándose, quería tenerlo cerca y tocarlo, pero aún no podía hacerlo.

-¿Que tengo que recordar exactamente?- los ojos de YoonGi brillaron.

-A mi, Jungkook, recuérdame a mi.- Lo tomó de los hombros y el cuerpo de Jungkook tembló.

-¿Por qué?

-Porque me amas Jungkook.- la mirada que le dio el dios junto a esas palabras, le dejo muy en claro a Jungkook que no estaba bromeando.

-Yo no lo amo, ni siquiera lo conozco.- YoonGi llevó su mano derecha al mentón de Jungkook, sosteniéndolo con delicada firmeza.

-Puede que hayas perdido todos tus recuerdos, pero aún si la mente lo olvida, el corazón no.- Acercó más su rostro hasta que Jungkook pudo sentir su aliento chocar contra su nariz.- Y yo voy a hacer que me recuerdes.

Jungkook cerró sus ojos, la cercanía del Dios le parecía muy cómoda, para su sorpresa, no tenía la necesidad de alejarse.

-¿Lo ves?- Lo escucho hablar.- aunque digas que te moleste mi presencia y no recuerdes nada de mi, muy en el fondo hay algo que te impulsa a mi.

YoonGi quería besarlo, anhelaba tanto esa sensación que ahora solo podía tener en recuerdos, quería tocar con sus labios los de Jungkook y no separarse de ellos hasta que al menor le faltara el aire. Ansiaba tocarlo, sus manos picaban por bajar de su hombro hasta su cintura y pegar el cuerpo más pequeño con el suyo.

Sentía como aquel cuerpo temblaba con cada acción suya y no podía evitar el sentimiento de abrazarlo hasta cubrirlo con todo su cuerpo, para qué dejara de temblar.

-Jungkook...- Lo observó, aún mantenía sus ojos cerrados y su pecho subía y bajaba lentamente, mientras que por sus labios entreabiertos se escapaba el aire que lo mantenía vivo.

Y recordó, recordó aquello que su mente había tratado de empujar lejos, el recuerdo de que Jungkook, por más que intentara negarlo, era un simple mortal.

-Perdóname.- Aún sin moverse, Jungkook no dijo nada, aunque no sabía a qué se refería el Dios.- lo siento tanto ¿algún día podrías recordarme?- Aunque YoonGi ya no estaba tan seguro de querer que Jungkook lo recuerde, después de todo, había muerto por su culpa. Todo por lo que ahora tenía que pasar Jungkook, era su culpa.

Sintió todo el peso del Dios caer en su hombro, abrió los ojos para toparse con él, abrazándolo mientras recargaba su cabeza entre el hueco de su hombro y cuello.
Jungkook no supo que hacer, el Dios parecía demasiado vulnerable en ese estado y no quería moverse, pero no podía sostener su peso por tanto tiempo.

-Jungkook...- El aliento de YoonGi le hizo cosquillas en su cuello.

Con toda la fuerza que pudo conseguir, camino lejos de donde estaban, hasta su cama y empujó al Dios lo más cerca que pudo a esta, aunque terminó por caer también, debido al pesado Dios que no lo había soltado.

Jungkook se puso nervioso, estaba literalmente encima de él, mientras que el otro seguía aferrándose a su cuerpo como si el mundo dependiera de ello y pese a que se removió entre sus brazos, el Dios se negó a soltarlo, haciendo más fuerte el agarre.

No supo cuándo fue, pero terminó por rendirse cuando se dio cuenta que el otro no iba a soltarlo, así que dejó de pelear.

-¿Se durmió?- preguntó cuando notó cómo el Dios mantenía los ojos cerrados.

Solo escucho como gruño un no, en respuesta.

-¿Puedo preguntarle algo?

-Ya lo hiciste.- la voz profunda y grave que salió de su boca, casi hace enrojecer a Jungkook.

-Otra.- El Dios asintió, aún sin abrir los ojos.- ¿De donde lo conozco?

El Dios no se movió y Jungkook notó como su expresión cambiaba a una más tensa.

-De otra vida.- Respondió luego de unos segundos.

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Aveces olvidó que Jungkook aquí tiene 15 años y que no puedo escribir lo que quisiera que pasara porque aún es un menor aaaaa
Debí elegir mejor otra edad.
Igual, no es que fuera a pasar algo muy 🥵 ya saben, pero YoonGi es un vejestorio y Jungkook no, aún así no está bien.