Until I Find You

XXX

Jungkook se acercó a la estatua y volvió a sentir aquel dolor tan insoportable en su pecho, similar al que sintió la primera vez en el museo. Sin evitarlo, llevo una mano a su pecho y se contrajo mientras se quejaba del dolor.

-¿Que pasa?- Apolo se acercó a él, mirando como se contraía su cara por el dolor.

-No sé... me duele mucho.- le constaba respirar.

-Tienes que sacar la flecha, Jungkook.- Jungkook abrió los ojos para mirar al Dios y un par de lagrimas se le escaparon.

Pero Apolo tenía razón, si quiera respuestas tenía que tomar la flecha, sin empotrar cuán fuerte fuera aquel dolor.

Camino como pudo, ignorando el calvario que estaba sintiendo en su corazón. Cada paso que daba cerca de la estatua se hacía más intenso pero una vez estuvo lo suficientemente cerca, enrolló sus dedos a lo largo de la flecha y la sostuvo fuerte para tirar de ella, tiró hasta que sintió como salió del pecho del hombre en la estatua, la cual se hizo añicos al mismo tiempo que la punta de la flecha abandonaba el hueco.

El dolor en su pecho se extinguió y cayó de espaldas sobre el suelo, sintiendo su cuerpo pesado y un enorme sueño apoderándose de él.

-¿Jungkook? ¡Jungkook!- escuchó la voz del dios a lo lejos pero no pudo responder nada porque todo se volvió negro.

Hoseok palideció, Jungkook estaba inerte en el piso y no reaccionaba por más que había intentado llamarlo. El joven se había desmayado y estaba seguro de que sí YoonGi se enteraba, lo mataría, debía de hacer algo inmediatamente, ya no quería mas problemas con el dios del inframundo.

Tomó el cuerpo de Jungkook en sus brazos y desaparecieron de la bodega, lo ayudaría a despertar pero en un lugar más adecuado para que no sufriera la deslocalización.

-¿Nos va a ayudar sí o no?- Escuchó la voz de NamJoon bastante alterada.

-NamJoon.

-¿Qué? Pero ¿Qué rayos Hoseok?- los tres dioses frente a él se giraron confundidos.

Vio cómo YoonGi lo miró con confusión y después vio su mirada al cuerpo inconsciente de Jungkook, cambiando por completo a una expresión furiosa.

-¿Que hiciste?- avanzó hasta él, arrebatándole a Jungkook de sus brazos.

-Ponlo en el sofá.- una mujer anciana habló detrás de ellos y YoonGi se alejó sin mirarlo.

-¿Que pasó Hoseok?- Habló SeokJin. Se le veía preocupado.

-Yo...- Necesitaba recuperar el aliento para explicarles.

-¿Esa es la flecha?- NamJoon miró las manos de Jungkook, que pese a estar completamente inconsciente seguía aferrándose a esta con fuerza.

YoonGi, quien no lo había notado por estar más preocupado en la salud de Jungkook, bajó su mirada a sus manos y vio la flecha destellando.

-¿Qué?- todos en la habitación miraron a Hoseok.

-Conseguí la estatua.- Confesó.- Lleve a Jungkook y pudo sacarla, casi sin ningún esfuerzo.

-¿Que hiciste qué?- Había estado esperando por la reacción furiosa de YoonGi, por lo que se sorprendió cuando fue NamJoon el que reaccionó contra él.- ¿tienes idea de lo que esa flecha puede ser capaz ahora que la sacaron?

-Claro que sí, se dé lo que es capaz.- otra vez el sentimiento de culpa se implantó en su pecho.- Nadie sabrá que ha sido liberada porque la sustituí por otra, los únicos que saben de ello somos nosotros.

-¿por qué?- preguntó SeokJin.

-No podía dejar que la culpa me consumiera, tenía que hacer algo para solucionar mis errores, aún si YoonGi ya no me perdona.

YoonGi estaba atento a sus palabras aún si no respondió o le dirigió la mirada, perdonarlo quizá le tomaría una eternidad, pero aún así estaba agradecido de lo que hizo.

Si su teoría era cierta...

Si Jungkook lo recordaba...

-Muchacho, despierta.- la nana se acercó a ambos con unas cosas.- Jungkook.

Jungkook se removió en el sofá, frunciendo un poco el ceño, pero aún no despertaba.

-Yoon...- un murmuro apenas audible salió de sus labios.

-Jungkook.- YoonGi de acercó más a él.

-Despierta Jungkook, recuérdalo.- habló la mujer.- ¿quien es él?

Su nombre.

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Holaaa
Hoy tengo que acompañar a mi mamá a su trabajo, no quiero :((
Pero les actualizó antes de irme porque estaré fuera toodo el día.

Gracias x leer.