XV

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Era sábado por la mañana y se encontraba desayunando con sus padres, aunque mantenía una expresión decaída, no había dormido bien, otra vez tenía pesadillas.

-Come.- mandó su padre al notar que llevaba rato picando la comía con los palillos sin llevarse nada a la boca.

-Sí.- Con mucho trabajo se llevo un bocado de comida.

-¿No pudiste dormir bien, cielo?- Su mamá como siempre, notando más lo que le pasaba.

-Solo tuve un mal sueño.- no tenía muchas ganas de tocar el tema, el solo recordar su pesadilla lo hacía temblar.

-Cuando eras Niño también solías tener muchas pesadillas, recuerdo que no podías dormir solo y que llorabas mucho cuando lo hacías.

-¿Alguna vez te dije que tipo de sueños eran?

-Solo sé que en la mayoría terminabas ¿muriendo?- Su mamá pensó por un momento como explicarlo mejor.- Aunque nunca lo dijiste con esas palabras, pero no era difícil entender a lo que te referías.

Terminaron de desayunar y su padre subió a su despacho, dejándolos solos en el comedor.

Jungkook no sabía si debía preguntar más sobre los recuerdos de su infancia que tenía borrosos, su mamá debía de tenerlos mas presentes que él, pero ¿que quería buscar en ellos?

-Mamá.- La llamó antes de que se levantara de la mesa.- ¿Tuve mas sueños raros?

Su madre se llevó una mano al mentón y se quedó pensando.

-No, sueños raros no.- Jungkook se alivió en el interior de su ser.- Pero...- continuó hablando.- solías decir cosas raras.

-¿Como cuáles?

-Creo que tenías un ánimo imaginario.- Se encogió de hombros, los amigos imaginarios eran muy normales en niños de esas edades.- Aunque, más que un amigo, era un novio imaginario.

Su madre rió ante el recuerdo y le contó a Jungkook que su padre solía molestarse cuando hablaba así, diciendo que alguien había puesto esas ideas extrañas en la mente de su hijo, a ella le causaba risa la reacción de su esposo, además de enojarse solía preocuparse y en las noches antes de dormir le contaba de sus pesares a ella.

-Tú padre se preocupaba mucho por eso, pero yo le dije que como sea que se fueran las cosas en el futuro, no iba a tener más que seguir con eso en su vida.- Jungkook la escuchaba atento.- Tenía miedo que fueras a mostrar gusto por los hombres cuando crecieras.

Jungkook frunció el ceño y su mamá lo miró con una ceja alzada.

-¿Te gustan?- preguntó casi de la nada que hizo que Jungkook se atragantara con su propia saliva comenzando a toser frenéticamente.

Su mamá rápidamente dejó la tasa de té que estaba tomando y se apresuró a dar palmadas en la espalda de su hijo hasta que este dejó de toser.

-¿Que más hay sobre ese amigo imaginario?- lanzó la pregunta para distraer a su mamá y que siguiera hablando de otra cosa.

-Hacías dibujos, pero dejaste de mencionarlo cuando cumpliste los 6 años.- su mama finalizó la historia con aquello.- Si tienes más curiosidad, guardamos los recuerdos de tu infancia en el ático.

Asintió, no sabiendo muy bien si debía sentirse ofendido porque toda su niñez estuviera empolvándose en el ático o al menos agradecer que los guardarán.

-Gracias mamá.- Se levantó de la mesa pero antes de salir por la puerta su madre lo detuvo.

-Antes de que vayas ¿puedo saber por qué tanta curiosidad?

-Es un trabajo de la escuela.- Salió corriendo de allí antes de que le preguntaran más.

El ático, a Jungkook no le gustaba estar allí, sobretodo porque nunca tuvo la necesidad de entrar, todo lo que sus padres querían de ahí, se lo pedían a alguien del personal.

Esta muy oscuro.

Until I Find You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora