One Shots F1 Gay

Heather: Carlando

— Tomaré tu sudadera. — Lando dijo hacia el español, quien solo asintió, dándole una sonrisa.

— Te queda mejor a ti que a mi, deberías conservarlo. — el mayor guiñó un ojo, dándole una sonrisa deslumbrante.

Lando sonrió también por inercia, ¿como Carlos podía ser tan guapo? Básicamente babeaba por el desde que lo conoció, le gustaba desde el primer momento y no había nada que pudiera hacer pra cambiarlo, ni antes, ni ahora.

— ¿Estas muy emocionado por irte? — preguntó el menor, mirándolo con una sonrisa incomoda.

— Lo estoy, Ferrari es mi sueño y estoy cumpliendolo. — lo miró, cerrando la ultima caja. — Oye, no debes preocuparte por esto, nada va a cambiar entre nosotros, seguiras siendo mi mejor amigo.

— Si tu lo dices... — dejó la frase al aire, .

— Así será muppet.

•~•~

— Me gusta Charles. — admitió Carlos, sonriendo hacia su amigo, ambos observaban al monegasco reír de algo que Sebastian habia dicho. — Me gusta enserio.

— ¿Como? — Lando tragó en seco, abriendo los ojos sorprendido.

— Me gusta, el me gusta mucho. — sonrió.

— Oh. — esa fue la única palabra que salió de sus labios, no podía decir nada mas, estaba lidiando con un corazón roto.

Ambos seguieron con su trabajo, observando disimuladamente a los excompañeros, hasta que Seb dijo algo al oído del menor y con un guiño coqueto se fue, dejándolo con las mejillas sonrojadas.

— ¿Deberia acercarme? — Carlos preguntó, notando como el ojiverde sonreía, apoyándose en la baranda.

— ¿Como? — Lando al fin salió de su trance.

— ¿Que si debería acercarme a hablarle? Está solo ahora. — señaló discretamente. — O no, mejor lo llamo y hablamos los tres, ya sabes, dale buenas referencias...

— Si. — el menor asintió, forzandose a sonreír.

— ¡Hey, Charles! — Carlos llamó su atención.

— Hey chicos. — el monegasco se acercó lentamente, sonriendo a ambos. — ¿Que hacen?

— Solo hablamos. — respondió el español, codeando ligeramente al inglés.

— Si, pasando el rato. — asintió el mas joven.

Charles asintió, sentándose junto a ambos.

— Si que hace frío ¿no? — abrió los ojos de mas, haciendo un gesto gracioso.

— Toma esto. — Carlos se sacó su sueter, extendiendoselo.

— ¿Tu no tienes frío? — preguntó riendo.

— No lo suficiente.

Lando se sentía ajeno a la situación completamente, pero a la vez tan presente, nuevamente se obligó a sonreír cuando notó como Carlos pasó su brazo por los hombros del monegasco, tratando de darle mas calor, mientras el otro solo sonreía con timidez, dejando ver sus hoyuelos y el hermoso sonrojo de sus mejillas.

Sintió frío entonces, Carlos le había dado su sueter a Charles y no, no era solo poliester con algodón para el, le había entregado mucho mas con eso, lo sabia, lo sabia porque estuvo ahí antes.

Regresó su mirada a Carlos, estaba hipnotizado por el ojiverde, tanto, que el resto del mundo estuvo ausente para el, solo era Charles, solo era el, brillando y siendo tan cálido como el sol, siendo mas brillante que la luna, siendo el espectaculo que era, como un eclipse lunar, tan hermoso, tan dulce, tan único.

Lando quería odiarlo, quería hacerlo enserio, pero le era imposible, Charles era como un angel, tan bello, que lograba confundir sus sentidos, porque lo quería, pero también quería que desapareciera, quería que no estuviera mas, si, era infantil y aterrador a la vez, porque dentro de la parte mas retorcida de su cerebro estaba la idea fugaz de que el monegasco se fuera, deseaba que muriera.

La sensación de culpa lo llenó, haciendo que regresara a la realidad, Charles era su amigo, no quería que se fuera, lo amaba también, pero deseaba ser el, deseaba que Carlos lo mirara de esa forma, que lo admirara e idolatraba como lo hacia con el, deseaba ocupar su lugar.

— Entonces, ¿que te parece? — la voz del español lo devolvió a la realidad.

— ¿Perdon? — Lando soltó apenado.

— Estas en la luna muppet. — el mayor sonrió divertido. — Charles nos ha invitado a esquiar con el y Seb, van a Suiza en el descanso de temporada.

— Oh, suena excelente... — asintió el inglés.

— Oh, será increíble, aunque soy malísimo esquiando. — Charles rió.

— Eso lo dudo, no hay manera de que seas malo en algo. — Carlos le sonrió, logrando sonrojarlo de nuevo.

— Yo debo irme, Daniel me necesita. — Lando se excusó. — Los veré luego.

Carlos le dio una gran sonrisa, susurrándole un gracias por dejarlo solo con el monegasco.

Lando entonces se alejó, no sin antes darles una ultima mirada, y confirmando lo que su corazón sentía, si, desearía ser Charles.

¡Gracias por leer!❤