One Shots F1 Gay

Debí suponerlo: Chewis

~Debí suponerlo mi vida,
Sabía a despedida desde que llegaste,
Querías cuidarme con mentiras,
Pero con tus ojos tú te delataste...~

Lewis divisó al mexicano a lo lejos, observándolo a la distancia, pensando fríamente en que era lo que les había sucedido, ¿como habían terminado en eso? ¿como era que después de compartir tantos besos, palabras, tanto amor, habían terminado en eso? Se habían amado, estaba seguro de eso, lo había dudado antes, pero ahora, con la cabeza fría, no tenia duda de ello.

Y es que su relación había sido inesperada, había comenzado de forma gradual, primero amistad, después de tantos años siendo compañeros y rivales, por así decirlo, una gran amistad creció.

Después vino una noche de alcohol, sexo y sentimientos descubiertos, debió saberlo entonces, no iba a funcionar, no cuando eran dos personas tan diferentes, no importaba cuanto lucharan, al final todo estaba escrito.

— ¡Estas loco Lewis! Completamente loco. — el mexicano gritó molesto. — ¿Como pudiste hacer eso?

— Max me provocó Sergio, el... — trató de excusarse.

— ¿Sabes en la posición que me dejaste? — la ira lo llenó. — Soy el segundo piloto de Red Bull, es la primera vez que un equipo valora mi trabajo, es la primera vez que un compañero me respeta y apoya y tu, a ti se te ocurrió que era una brillante idea golpearlo frente a las cámaras.

— Eso no fue así Sergio, todo tiene una explicación. — negó. — Ese mocoso estúpido se lo buscó.

— ¿Tienes idea de lo que hiciste? — le lanzó una revista, mostrándole que en la portada aparecía el, golpeando a Max, con la leyenda “¿Rivales en pista y amor?”, haciendo referencia al mexicano. — Todos los titulares son así, todos hablan de mi ahora como si fuera una jodida zorra que se metió con dos hombres, todo porque tu te sentías celoso.

— ¿Estas culpandome a mi por todo? — el moreno lo miró ofendido. — Eres mi novio y ese tipo parece no entenderlo, todo el tiempo está encima de ti, siempre está ahí y tu no lo detienes, dime, ¿acaso es que te gusta?

— Eres un imbécil Hamilton. — Sergio negó. — Me largo, no quiero volver a verte.

— Listo, vas a ir a revolcarte con ese idiota. — le gritó. — Que sepas que no voy a rogarte, largate si es lo que quieres.

El mexicano asintió, estaba molesto, decepcionado, pero sobretodo dolido.

— Por lo menos ese idiota como tu lo llamas, es capaz de respetarme y confiar en mi. — lo sabia, había sido un golpe bajo, pero estaba demasiado furioso para pensarlo.

— Vete a la mierda Sergio. — Hamilton negó.

— Jodete Lewis.

•~•~

~ ¿Por qué no pedí perdón?
Si ya me es indiferente
¿Quién se quedó con la razón?
Yo te digo abiertamente
Que México duele cabrón
La roma ya no se siente igual
Desde que tú estás con otra gente...~