Hold on: Charlos

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Era noche buena, la época favorita de Charles o al menos así lo recordaba.

Estaba sentado frente a su chimenea con una copa de vino en sus manos y un par de álbumes llenos de fotografias viejas, recordando el pasado, lo que solía ser.

Había cenado y hablado por teléfono con Carlos, quien había prometido visitarlo al día siguiente, incluso lo había invitado a cenar con su familia esa noche, pero había algo que lo impedía, algo que hacia que eso no se sintiera correcto.

Tomó su celular, notando los cientos de notificaciones y comentarios que tenia, había publicado una foto en instagram con Carlos y los malos comentarios no se habían tardado en llegar, acusandolo de sinvergüenza, mal amigo, entre otras cosas, eso debido al recién rompimiento del español con Lando.

Ignoró todo, aun sintiendo la pequeña espina clavada en su pecho, el era alguien que constantemente necesitaba la aprobación de todos, quería complacer al mundo y el hecho de ser odiado por un par de millones, lo entristecía en sobremanera.

Sonrió, observando una foto de Lando, Pierre y el cuando eran mas jóvenes, recordaba ese día, Lando había tenido un mal dia, se habían burlado de el por un error que cometió en la pista y el había tenido la gran idea de comprar una barra de chocolate, compartiéndola entre ambos y asegurándole al menor aue un error lo cometia cualquiera, que no era motivo de burla, que era de aprendizaje.

O aquella vez en que Pierre lo nombró solecito, argumentando que eso era para todos y es que era verdad, Charles era un sol, animaba a todos cuando tenian un mal dia, siempre encontraba la forma de hacerlos sonreír, Charles era un angel, era rojo brillante, era amarillo resplandeciente, eso era el para ellos, alguien a quien acudir y contarle sus problemas, porque el siempre hayaba una solución, lastima que nadie podia ver a traves de sus ojos o se habrían dado cuenta de la oscuridad que lo envolvía, que el rojo brillante y el amarillo resplandeciente se convertían en gris, un gris sin vida.

Tomó su teléfono nuevamente, leyendo los comentarios, la mayoría criticaba su apariencia, las bolsas bajo sus ojos, lo delgado que se veía, la pesadez y el cansancio que reflejaba su rostro, su cuerpo.

Pronto se acercó también al espejo, mirándose fijamente, tocando lentamente su rostro y pudo verlos, todos y cada uno de los comentarios reflejados en el.

Suspiró, trayendo a su mente esos mismos recuerdos, pero en situaciones diferentes.

— Vamos amour, ven aquí. — Charles colocó a Carlos frente al espejo.— ¿Que ves ahí?

— A un desastre y su hermoso novio. — trató de hacer un chiste, pero el menor no rió, solo lo miró negando.

— Hablo enserio Carlos... — suspiró. — Yo veo a un piloto exitoso, talentoso, guapo y el mejor sex symbol de todos.

La escandalosa risa de Sainz llenó la habitación, haciendo sonreír también al menor.

— Te amo mi ángel. — murmuró, besando sus labios.

— También te amo Carlos y por eso quiero que te ames también  que te veas de la misma forma en que yo te veo. — besó su mejilla. — Buscaremos ayuda, tu aprenderás a amarte, lo prometo.

Suspiró, había sido hipócrita, había llevado a Carlos a un psicólogo para tratar su problema de autoestima, pero el, no había tomado su propio consejo.

Se miró nuevamente al espejo, ¿cuando había dejado de ser feliz? Ni siquiera podía recordarlo, no podía recordar cuando los colores habían desaparecido y habían dado paso al gris.

¿Que caso tenia seguir? Ninguno, respondió para si mismo, ya no había nada en el mundo para el y aunque el nombre de Carlos llegó a su mente, se convenció a si mismo de que eso seria lo mejor para el, nadie merecía tener una carga como lo era el en sus vidas, ni su novio, ni sus amigos.

One Shots F1 GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora