One Shots F1 Gay

Celos II: Charlos

Para los que lo pidieron ;)

Si los celos eran difíciles para Max, para Carlos eran un total suplicio, sobretodo teniendo a Charles como pareja.

Charles era encantador, divertido, amoroso, dulce, simpático, agradable, entre mil cosas mas que hacían fácil adorarlo, así era como el español había caído en sus redes, solo con una sonrisa coqueta y una mirada.

Caer de amor fue mentira a decir verdad, no, el se lanzó al precipicio con el primer toque de sus manos aquella vez que los presentaron como equipo.

En realidad su relación era buena, Charles contrastaba en todo con el, Charles era extrovertido, el era mas reservado, el monegasco decía lo que pensaba sin guardarse nada, el solía ser siempre mas prudente, si, eran una pareja dispareja, pero Carlos lo amaba, lo libre de su ser y lo divertido que era pasar el tiempo juntos.

Pero claro, no todo era miel sobre hojuelas, había algo que no le gustaba para nada, lo coqueto que Charles solía ser y es que le resultaba tan familiar, que a veces coquetaba sin siquiera notarlo, como si fuera algo completamente natural, un serio problema para alguien como Carlos, uno que se le hacia imposible ocultar.

— Mon amour, ¿que dices? — el monegasco lo sacó de su debate interno, mirándolo expectante.

— Si claro. — murmuró sin saber a que se refería el menor.

— Bien, llamaré a Pierre para confirmarle que iremos. — sonrió, besando su mejilla.

— ¿Pierre, enserio? — murmuró para si mismo, observando al monegasco salir del motorhome, dejandolo solo.

Pierre, ese frances era su peor pesadilla, si, no había otra palabra que pidiera usar para describirlo, o si, alimaña, rastrero, sencillamente un hijo de puta que disfrutaba provocar sus celos al punto de hacerlo enloquecer.

Pero ¿como no hacerlo? Ese intento de Ken le había aceptado frente a frente que estaba atraído por Charles y que haría lo que fuera por conquistarlo.

Si, un verdadero hijo de puta que fingía ser el mejor amigo de Charles, su pesadilla personal, su karma.

Porque si, estaba mas que arrepentido de haber puesto celoso a Max con Sergio, no lo habría hecho de saber que ese seria su castigo.

— Carlos ya es hora. — un mecánico le informó.

— Claro. — asintió, saliendo del motorhome.

•~•~

La carrera había sido desastroza pra Carlos, pero excelente para Charles, quien habia asegurado p1, dejando a Max en p2 y a George en p3.

Aun así se acercó hasta donde se encontraba el monegasco, abrazándolo, como un compañero de equipo lo haría.

— Excelente carrera amor. — sonrió.

— Lamento lo que te sucedió allá. — murmuró apenado.

— No, celebra tu triunfo. — sonrió, separándose.

— Muy buen trabajo Leclerc. — Max se acercó abrazándolo por los hombros.

— También tu, casi logras alcanzarme. — el castaño le guiñó un ojo con burla.

— Apuesto que será la única carrera que me ganes dulzura. — guiñó un ojo hacia el, sonriendo al ver su objetivo cumplido, Carlos apretaba tanto sus puños que sus nudillos estaban completamente blancos por la rabia.

— Yo no lo creería así. — le sonrió con superioridad, chasqueando la lengua. —Seré el futuro campeon, tal vez pueda invitarte a celebrar cuando eso pase.

Y ahí estaba de nuevo, Charles coqueteando libremente, sin importar que el estuviera ahí junto a el.

Se tragó la rabia que sintió cuando el menor fue abrazado y felicitado por los demas pilotos, incluso cuando Pierre se acercó a murmurar algo en su oido que lo hizo sonreír.

Los podios habían terminado, dándoles un poco de libertad a los pilotos, misma que Carlos aprovechó, necesitaba hablar con Charles, no podía seguir aguantando, no cuando los celos estaban enfermandolo.

Llegó hasta su motorhome y abrió la puerta sin pensar mucho, claramente una mala idea, Charles estaba ahí, al igual que Pierre y George, el monegasco se encontraba a medio vestir, sorprendiendose al verlo entrar.

— Hey. — le sonrió con inocencia.

— ¿Podemos hablar Charles? — el español lo observó con seriedad, estaba furioso.

— Claro. — asintió, mirando a sus amigos. — ¿Nos dan espacio?

— Por supuesto chéri. — Pierre asintió, sonriendole con burla al español. — Nos vemos Carlos.

— Adios Char. — George le sonrió de forma encantadora, haciendo rabiar aun mas a Carlos.

— ¿Que pasa amour? — el monegasco sonrió inocente, cerrando la puerta con seguro.

— ¿Que pasa? Coqueteaste abiertamente con Max allá y estabas a medio vestir con Pierre y George. — reclamó. — Sabia que eras coqueto poe naturaleza, pero no creí que serias tan descarado.

— Uh, luces molesto trésor. — sonrió, acercándose a el. — Me pones tanto así.

— Charles, estoy hablandote enserio esta vez. — el español titubeo, sintiendo las manos de Charles bajar delicadamente por su abdomen.

— No puedes reclamarme nada amour, tu eres quien no quiere reconocer que tenemos algo, eso me convierte en agente libre. — mordió su labio inferior.

— Eres mi novio. — lo tomó bruscamente de la cintura, apretándolo mas a el.

— No, soy tu sucio secreto. — lo miró fijamente. — No quieres que nadie sepa lo nuestro, pues tendrás que aguantarte los celos trésor.

— Charles... — dejó la palabra al aire, perdiéndose un momento en los ojos coquetos del menor. — No los quiero cerca de ti.

— ¿O si no que? — lo retó.

— Tendré que castigarte por ello.

El monegasco sonrió descaradamente, mirándolo aun con desafío, oh, adoraba completamente poner celoso a Carlos, hacerlo enfurecer de rabia y que después viniera a el con toda esa energía contenida.

— ¿Si? — lo miró desafiante.

Carlos solo pudo apretarlo mas contra su cuerpo, besándolo, mientras terminaba de desvestirlo.

•~•~

— No me gusta que nadie esté cerca de ti. — el español lo miró vestirse nuevamente frente a el. — No me gusta que te miren, no me gusta que te toquen, ni que te abracen.

— ¿No te parece algo extremo eso? — le sonrió coqueto. — Aunque puedes solucionarlo fácil trésor.

Y así lo hizo, esa misma tarde le dejo claro a todos que el monegasco era su novio, aunque para su mala suerte, eso no paró los coqueteos de los otros pilotos a su novio, sino al contrario, todos los pilotos habían notado lo celoso que era y ahoralo hacían a propósito, no había ni un solo piloto que no disfrutara de hacerlo rabiar por tener atenciones con Charles y aunque el menor lo negara, también le encantaba todo eso.

Carlos era el hombre mas celoso que había, pero también el mas apasionado y ¿por que no iba a disfrutar de ello? Charles siempre seria quien era y el español, lo amaba tal cual, sin importar que muriera de rabia, no cambiaría nada de su coqueto y descarado novio.

“Cuando te miro a los ojos
Cuando te siento mi lado
Cuando te veo a marchar
Yo tengo celos, tengo celos”

¡Gracias por leer!❤