Tomando vuelo

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Muy temprano Ed ya estaba despierto, recién acababa de tomar una ducha y estaba ya terminando de desayunar. Unas tostadas con alguna mermelada. Y es que su café lo compraría camino al trabajo.

- Chicos, no quiero llegar tarde mi primer día en el trabajo. Por lo tanto les interrogaré en otro momento, no se salvarán. Jenny, gracias por el hospedaje y estos días han sido geniales. Nos vemos pronto! - Ed tomó su saco y sus llaves y con todo el entusiasmo del mundo salió de allí.

No había dejado siquiera reaccionar a sus amigos, fue todo demasiado rápido. No comprendían siquiera como podía existir un ser en el mundo que un lunes, lo empezara con tanta energía.

Sin más, Brandon y Jenny procedieron a sacar cada uno sus maletas y volver a casa para retomar luego sus trabajos. Ellos habían hablado sobre lo ocurrido la noche del sábado, pero sin embargo quisieron enterrar por ahora todo aquello. Demasiado deberían contar cuando su amigo Eddie comience con sus preguntas, interesado en saber como terminaron la noche. Además de ebrios, sin duda más que eso había que confesar.

En otra escena ...

-Tú estás segura Emma? - preguntaba Becca a su amiga, la cual estaba del otro lado del mostrador con un rostro de preocupación.

-Sí, eso creo. No lo sé. En fin... ustedes cómo terminaron aquella noche ?

-Nosotras te contaremos, pero no ahora. - decía ahora Loren, al momento que recibía una llamada telefónica y cuando miró la pantalla, se alejó intentando disimular infelizmente.

-Vale y a esta que le ocurre? - preguntaba Emma mientras limpiaba unos vasos.

-Te seré sincera, no tengo idea. Desde ayer que ese celular no para de recibir textos y cada tanto llamadas. Per bueno amiga, yo me voy ya, que  el trabajo me espera y ando a pie hoy.

-Vale hermosa ve con cuidado, nos veremos pronto. - decía Emma para al instante ver a su amiga salir del local.

A los segundos tuvo que ver a su otra amiga, que de lejos le hacía señas de que debía irse, su celular seguía pegado a su oreja, Emma le lanzó un beso con su mano en forma de saludo y esta se lo devolvió para luego tomar su cartera y siguiente salir de allí también. Siguió ordenando cosas hasta que escucha la puerta abrirse nuevamente. Pensó que su amiga había olvidado algo, pero cuando levanta su vista al frente se encuentra con la mirada de Eddie sobre ella.

Emma no pudo evitar sonreír al instante y este simplemente se acercó a los asientos que estaban frente del mostrador, pero no se sentó, se inclinó y le dio un  suave beso en su boca. La pelirroja un poco asombrada luego de aquello, saboreó sus propios labios y volvió a sonreír.

-Buenos días mi reina - decía Ed ahora si tomando asiento

-Hola mi rey... - contestó ella. - déjame adivinar, vienes por tu café para empezar con energía el trabajo? 

-Bueno, no solo por el café. Venía también por tu beso. - le respondía entonces, siguiente que hizo fue acariciar su mano suavemente y besársela.

Emma le miró con amor y acarició su mejilla, para después proceder a preparar el café a su muchacho.

-Aquí tienes, no permitas que se enfríe. Ten un buen día hoy, suerte. Mejor y apresúrate, que se te hará tarde - ahora ella fue quien se acercó a besarle por unos cortos segundos. 

-Ten por seguro que será un gran día cariño - le respondía él mientras se levantaba llevando consigo el café y salió de allí. 

Emma pudo escuchar el carro tocar el claxon tres veces y solo pudo reír por lo bajo. La felicidad duró poco cuando los clientes habituales comenzaron a llegar y debía borrar todo pensamiento de su cabeza, para poder concentrarse en su trabajo.

En la empresa, el señor Mcfly se acercaba a su nieto con una carpeta cual contenía unos papeles.

- Eddie, que gusto ya verte aquí. Realmente me pone contento.

-Yo estoy igual de contento abuelo, estoy revisando las últimas carpetas, quiere que revise la que traes luego? - preguntó él al momento de ver que este traía bajo el brazo dicha carpeta.

-Oh no, bueno si quiero que la revises. Pero no es de la empresa. - dijo sonriendo

- No comprendo entonces... 

- Bien, el sábado he visitado a un muy buen amigo. Me ha contado que hay una hermosa casa no muy lejos de aquí, la cual no se ha podido vender aún.

-Vaya... crees que esté en malas condiciones o algo por el estilo? Podría pasarme a verla ... 

-En realidad, todo lo contrario. Está en muy buenas condiciones, créeme  que he pasado ayer. El motivo por el cual no se vende, es su elevado precio.

-Joder, de cuánto estamos hablando abuelo? - preguntó Ed algo preocupado.

-Esa pregunta es lo de menos al momento de darse sus gustos hijo. Su precio lo vale. En la carpeta hay varias fotografías de la casa, y los papeles para arreglar la compra.

Eddie abrió la carpeta y sacó su contenido, viendo unas cuantas fotografías de la... casa? - Abuelo, esta no es una casa, es inmensa y no quiero imaginar su valor. - 

- Vamos Eddie, creías que estarías viviendo en una casa de una habitación, baño y cocina? y dónde guardarías tu carro? y tus niños dónde dormirían? y tú mujer dónde descansará con sus amigas las tardes. Me sorprende no estés pensando en grande...

Había logrado sorprender a Ed, en parte si tenía razón, pero no era necesario una mansión como aquella. Se sentiría una hormiga allí dentro. 

-Abuelo aún ni siquiera estoy casado, mucho menos he tenido hijos. Sé que sería agradable un hogar como este para darme el gusto el día que yo forme una familia, pero de verdad creo que es muchísimo dinero... es una belleza por fotos y de ir a verle no quiero imaginar lo que sería estar allí, pero lo mejor sería optar por algo más pequeño.

-Tonterías, la vida te sorprende cuando menos te lo esperas y lo mejor es que estés preparado. Ten, y antes que digas algo. Por el momento se irá descontando de la mitad de tus ingresos por los primeros meses. Luego veremos las ganancias en la empresa como siguen, quizás y nos sorprendas a todos y realmente comiences a dormir sobre un colchón de billetes. 

El señor Mcfly lanzó sobre el escritorio un juego de llaves y una tarjeta.

-No podías perderte esta oportunidad muchacho. Este hogar te estaba esperando a ti. Firma esos papeles y me lo haces enviar con tu secretaria, debo cerrar todo negocio con mi escribano. - le dejó allí a su nieto quien estaba mudo, mientras él tomaba camino a su oficina.

- Joder... debo de trabajar en modo Dios para poder saldar la humilde morada.. - se decía Eddie para si mismo mientras revisaba los otros papeles donde estaban todos los datos de la propiedad.

 - se decía Eddie para si mismo mientras revisaba los otros papeles donde estaban todos los datos de la propiedad

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prox cap. ; 

Entre los lujos, unas sorpresas.

Edgar Mcfly (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora