Nadie lo esperaba

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La botella de vino se había acabado. La cena había estado deliciosa, y la charla entre la joven pareja era muy entretenida. Emma se había quitado sus zapatos y Eddie masajeaba sus pies delicadamente, la pelirroja estaba recostada en lo largo del cómodo sillón, mientras que Mcfly estaba agachado con sus rodillas en el suelo y sentándose en sus propios talones.

-Haces unos masajes exquisitos Ed- dijo ella mirándole su concentración

-Pasas mucho tiempo de pie en tu trabajo, es lo menos que puedo hacer por ti preciosa. - decía él ahora depositando un beso en uno de sus talones que duró unos cortos segundos, para luego regalarle otro beso en la pantorrilla, que duró unos segundos más.

Emma soltó un suspiro sin poder evitarlo, en lo que Ed ahora fue inclinándose más hacia adelante mientras repartía más besos a lo largo de sus piernas, habiendo llegado a sus muslos, zona donde depositó una buena cantidad de besos para luego recorrer con su lengua hasta donde la ropa de Emma le permitía. La pelirroja había comenzado a gemir por lo bajo.

-Me encanta como te quedan las faldas de cuero- le hablaba Eddie rozando sus labios sobre su piel.- pero en este momento, a la vez deseo verte sin ella puesta. - ahora se había levantado e ido por la boca de Emma.

La pelirroja alcanzó a gemir cuando sus labios recibían los de Ed, al instante dándole lugar a su lengua para que bailase con la suya. Eddie estaba encima de ella echando su propio peso a los costados, sobre sus brazos. Emma le atraía lo que más podía contra su cuerpo tomando de su camisa. Él bajó un poco y besó su cuello, después de aquello mordió suavemente y se quejó por lo bajo casi en un gruñido. Ella se mordía los labios y respiraba agitadamente sin dejar de acariciar a Eddie por encima de su ropa, hasta que bajó sus manos a la cintura de él donde desabrochó el cinturón y se lo quitó.

-No te das una sola idea de lo dura que está... - dijo él conteniendo las ganas de entrar en ella y follarle como si fuera el último día de sus vidas.

-Puedo darme cuenta con tan solo un roce que me das - contestó ella casi en gemido y pasando su mano en toda la entrepierna de Eddie por encima de su pantalón.

Él se separo lentamente no sin antes darle un largo beso, la tomó de la mano para que se pusiera de pie, y la dirigió por el pasillo, mientras el caminaba detrás suyo, viendo su trasero siendo ajustado por la falda, habían llegado a las escaleras cuando su entrepierna se pegó al culo de la pelirroja  y movió su pelvis despacio pero con fuerza hacia ella.

-Ahh! ... Ed.. - gimió Emma sorprendida a la vez.

Él hablaba en serio, estaba muy excitado y su pene dolía ya dentro de sus pantalones. Volvió a presionar su entrepierna contra ella con fuerza haciéndole gemir más fuerte. La pelirroja desabrochó su falda y con dificultad la fue bajando. Eddie notando su acción, de un tirón se la dejó en los tobillos. Cuando observó el hermoso trasero de su amada le apretó sus cachetes y dio un azote de cada lado dejando la zona rosa rápidamente. Ella dio un grito ahogado por su propio gemido. Volvió a sentir a Eddie pegarse detrás de ella, se separó escuchando el sonido del cierre bajar, aprovechó para lanzar su falda lejos y quitar su blusa negra, quedando así solo en ropa interior. Ahora cerró los ojos y se mordía los labios al sentir el pene rozar en el medio de su culo. Él la tomó de la cintura y se pegó con fuerza repitiendo los movimientos duros contra ella. Podía sentir su grosor y longitud, quemaba. Su pene suplicaba entrar ya mismo en ella.

En un momento que él quitó sus brazos, Emma se dio la vuelta rápidamente y se arrodilló al instante que tomó con fuerza el pene de Eddie y le pasó su lengua, haciendo que este sintiera toda una electricidad recorriendo en su dura polla provocando que se moviera y despidiera el típico líquido transparente. Y los labios de su chica rodearon la larga verga, se la llevaba con ganas al fondo de su garganta, provocando que Eddie gimiera y moviera su pelvis sin poder evitarlo follándole la boca, sintiendo apretado en el fondo, sacó su pene de su boca mientras Emma tomaba aire, sentía mucho calor ahora. Ed fue a la cintura de su pelirroja tomando el elástico de su tanga fina y sin dificultad lo cortó con sus manos, Emma se sentó en un tercer escalón abriéndose de piernas mostrando lo mojada que ya estaba desde hacia un largo rato. McFly dio unos cortos pasos y se agachó, luego acercó su boca a la vagina saboreando sus jugos, pasó su lengua una y otra vez desde la entrada, por sus labios y llegaba a su clitoris donde succionaba y acariciaba con su lengua para terminar por hacer gemir como una loca a su chica.

Edgar Mcfly (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora