Capítulo 6: Regalo

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El día seis fue uno de mis favoritos.

Me moví entre los brazos de mi chico y me acerqué a su cuerpo, deseando tener un poco más de contacto. Lo sentí envolverme con más fuerza mientras escondía su cara en mi cuello.

Buen día. - Me saludó antes de depositar un tierno beso en mi mandíbula. Acarició mi cintura por debajo la camiseta, y me permití dejar escapar dos suspiros.

El primero era por la caricia, y el segundo por él.

¿Cuánto tiempo crees que tarden Hongjoong y Seonghwa en venir a despertarnos? - Preguntó a mi oído con su suave voz mañanera que me hizo jadear levemente.

El suficiente como para que tú y yo pasemos un buen rato. - Le contesté antes de acariciar su cintura.

Wooyoung se mordió el labio. Había una mirada juguetona en el café de sus ojos.

Él se levantó, dejándome confundido cuando se marchó hacia el baño. Me estaba frustrando, pero noté que no cerró la puerta, y supe que eso se iba a poner bueno. Él se colocó en un punto donde podía apreciar su cuerpo completamente, luego me guiñó un ojo maliciosamente.

Disfruta. - Susurró.

"Voy a hacerlo, Jung" Recuerdo haber pensado "Realmente voy a disfrutar esto".

Me senté justo al borde de la cama para observar mejor. Wooyoung se dio media vuelta, dándome la espalda de esta forma, y comenzó a desvestirse tan lentamente que tuve que sujetarme de las sábanas.

Él levantó el borde de su vieja camiseta y comenzó a quitársela, dejando a la vista su ancha y perfecta espalda. Podía ver la pequeña marca que había dejado en su cuello un par de noches atrás. Woooung tenía un cuerpo delgado pero trabajado, sus músculos se marcaban cuando se estiraba y sus bíceps del tamaño perfecto saltaban a la vista.

La boca se me hacía agua.

También se quitó los pantalones. Mordí mi labio al contemplar su trasero respingado y separé las piernas por el dolor que comenzaba a incomodarme en cierta parte. También pensé en lo bien que me habría venido tener una cámara fotográfica en ese momento.

Me sentí gratamente complacido al ver que se estaba despojando de sus bóxers al mismo tiempo. Él no los lanzó al suelo, sino que se agachó provocativamente para retirárselo, dándome así una increíble vista a la que mis hormonas locas no tardaron en reaccionar.

Estaba batallando conmigo mismo para no ceder ante su juego y meter mi mano debajo de mis pantalones.

Wooyoung recogió sus bóxers y se dio vuelta lentamente, dejándome apreciar todo el esplendor de su cuerpo. Sus pectorales firmes y su miembro de buen tamaño estaban haciendo estragos en mí. Cada centímetro de sus marcados abdominales y su morena piel me incitaba a besarlos, y sus piernas torneadas me guiaban al mismísimo paraíso. Él era tan increíblemente sexy y masculino que me enloquecía.

Wooyoung se acercó con un andar lento y sensual que estaba matándome. Se inclinó al estar lo suficientemente cerca, dándome una increíble vista. Él tomó una de mis manos, las cuáles habían comenzado a temblar, y dejó sus bóxers allí. Luego se acercó a mi oído.

Considera esto un regalo. - Habló sensualmente. Recuerdo haber pensado que era el mejor regalo del mundo.

Él se alejó unos segundos más tarde, no sin antes dirigirme un guiño y torturarme con la visión de sus pezones frente a mi cara. Le di una dura nalgada en cuanto se dio la vuelta, y también me permití apretar un poco. Él solo soltó una risita, giró un poco la cabeza y me guiñó un ojo.

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