Capítulo 20: No los abandones

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El día veinte fue incluso peor que el anterior. Fue una completa y asquerosa mierda.

Por segunda vez, desperté completamente solo. El corazón me dolía. Entendía que Wooyoung quisiera ayudar a Yunho, yo también lo habría hecho si no hubiera estado completamente enfadado conmigo, pero yo también estaba allí. Yo no había muerto aún. Yo necesitaba compañía, abrazos, consuelo...

Wooyoung parecía haberse olvidado de eso.

Wooyoung parecía haberse olvidado de mí.

Entré al baño, para luego vestirme y salir a comer. Puedo jurar que me sentí aún peor. Mi piel se sentía sola y fría. Yo estaba solo y frío.

Cuando salí de la habitación, supe que ese día solo iba a ponerse peor. Wooyoung estaba comiendo junto a Seonghwa y Yunho sobre el suelo mientras reían y se lanzaban el desayuno al rostro, sin preocuparse por nada. Mi plato estaba en la mesa a un lado, enfriándose, y mi esposo no había sido capaz de llamarme o siquiera tocar a mi puerta.

Ni siquiera me di cuenta de que Yeosang no estaba allí.

Sannie. - Dijo al verme. No recuerdo si me mantuvo la mirada más de dos segundos, pero probablemente la respuesta sea no.

Buenos días, San. - Habló Seonghwa.

No le respondí. Aquel no era un buen día y comenzaba a enojarme. Me senté lejos de ellos esperando que me llamaran para unirme a su grupo, o, que al menos, que se atrevieran a dirigirme la mirada.

Eso no sucedió.

¿Qué haremos hoy? - Preguntó Yunho a Wooyoung. Por supuesto, ambos ignoraban mi existencia.

No lo sé. Tal vez podemos...

Pero yo necesitaba tiempo con él, así que lo interrumpí antes de que culminara su oración.

¿Puedes venir conmigo hoy? Solo serán unos minutos. - Supliqué como un niño al cuál su madre ha dejado por su hermano menor recién nacido. - Por favor, Wooyoung.

Los tres volteron a mirarme en ese momento. En los ojos de Wooyoung vi que se había olvidado de mi presencia en la sala, lo cual realmente me hirió.

San, yo... - Comenzó, y supe que de sus labios solo escaparía una disculpa.

¡Chicos! ¿Qué les parece si pateamos las paredes y las llenamos de caca? - Lo interrumpió Yunho con malicia. Mi esposo volvió a fijarse en él y yo quedé olvidado.

¡Suena genial! - Aceptó antes de juntar su puño con el de Yunho.

Seonghwa me miró con pena, fue el único que notó mi malestar y lo solo que estaba, pero aunque me hizo señas para sentarme con ellos, no fui.

Ellos siguieron haciendo bromas y mi corazón se rompía cada vez que escuchaba a Wooyoung reír, pues no era yo la causa de ese hermoso sonido.

Estaba tan enojado y herido que dejé de comer y esperé a que ellos terminaran. Pensé que se irían de allí, pero se quedaron mientras contaban chistes estúpidos. Fue durante el quinto chiste que no pude soportarlo más y me levanté aún con el plato de comida completamente lleno entre manos.

¡Wooyoung, cuid...! - Intentó advertir Seonghwa.

Pero ya era demasiado tarde, pues yo ya había dejado caer todo mi desayuno sobre mi esposo, quien dejó escapar un ruido de sorpresa por sus labios. No recuerdo de qué estaba hecho, pero sé que era algo pastoso y de mal olor.

Se sintió tan bien hacer eso.

¡¿Qué te sucede?! - Preguntó una vez que su cerebro reaccionó a lo que sucedía. Me estaba mirando con furia.

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