El día siete fue una completa mierda.
Wooyoung despertó con un terrible mal humor, lo cual también me puso igual. Y ser dos hombres enfadados encerrados en un lugar aislado un posibilidad de aljearse es terrible, así que discutíamos por todo y nos disculpábamos de forma muy estúpida. En el momento era irritante. Ahora que lo recuerdo, me parece gracioso.
¡¿Por qué me miras?! - Pregunté con alteración. Me parecía bastante molesto que me observara detenidamente mientras intentaba comer aquella fea papilla que nos sirvieron esa mañana.
¡¿A caso ya no puedo hacerlo?! - Exclamó Wooyoung. Él estaba mucho más alterado que yo.
¡Claro que sí, pero no cuando me como esta horrible papilla! ¡Me intimidas!
¡¿Qué quieres que mire?! ¡¿El culo de Hongjoong?!
Ese había sido un golpe bajo.
Si quieres. - Accedí con total seriedad. - Pero, en cuanto lo hagas, te olvidas de tener sexo conmigo.
Él jugaba sucio. Yo era peor.
¿Pueden dejar de discutir? - Preguntó Hongjoong pacíficamente. Era el único de los ocho que parecía disfrutar de aquella asquerosa papilla con olor a pies y sabor a tierra. - Es incómodo.
No te metas en esto. - Bufó Wooyoung.
No le hables así. - Seonghwa dijo seriamente.
¿O qué?
O te las verás con mis puños. - Se metió Yunho en la conversación.
A él le encantaría vérsela con tus manos. - Murmuré mientras me cruzaba de brazos. Estaba increíblemente enojado con él. - Claro, como mis dedos son de tamaño normal...
¿Pueden dejar de...? - Habló Jongho.
¡Cállate! - Dijimos los dos. Todos se quedaron en silencio, sorprendidos por nuestra actitud.
¿Qué coño les pasa? - Bufó el maknae.
Lo ignoré y miré a mi novio.
Te odio. - Recuerdo haberle dicho.
Pero la verdad es que lo amaba tanto que mi corazón amenazaba con estallar cada vez que lo miraba.
Wooyoung abrió sus ojos ofendido.
¡Pues yo te odio más!
¿¡Por qué tienes que copiarme!? ¡Yo te odio más! - Grité levantándome de la silla.
¡Yo más! ¡Y ya no quiero que vuelvas a hablarme! - Exclamó antes de levantarse igualmente, junto con su plato.
Bien. - Acepté, cruzándome de brazos.
Bien.
Bien.
Bien. - Dijo comenzando a caminar hacia nuestro cuarto.
Bien.
¡Lárgate ya!
¡No! - Se negó mientras regresaba, dejaba su plato en la mesa y se abrazaba a mi cintura con tantas fuerzas como podía. - Perdón, Sannie. Te amo. - Susurró mientras escondía su rostro en mi pecho. Lo abracé con fuerza por el cuello.
Yo también te amo, Woo. - Correspondí con cariño mientras acariciaba su cabello.
¿Pero qué carajos? - Escuché a Jongho murmurar.
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Letal
Hayran KurguCuando un grupo de ocho chicos se ven atacados por un extraño virus mortal que ha acabado con más de la mitad de la población mundial, se ven obligados a afrontar una inminente realidad para la que ninguno estaba preparado. Solo les queda apoyarse l...