Cuando llega la media noche, todo duele un poco más. Tú me dueles un poco más.
A la media noche me duele pensar que teníamos una vida juntos y que no pudimos tenerla. Pero no fue culpa mía, mucho menos tuya. Fue culpa del destino.
Quiero pensar que todo estará bien, pero luego cae la noche y aquella mentira cae al suelo, cae como mis rodillas débiles aquel día sobre tu tumba.
Parece mentira, pero cada noche te despedidas como si fuese la última y la más importante. Me dolía el alma de pensar que en la mañana siguiente tu hermano me llamaría diciendo que no habías podido seguir.
Aquel día llegó. Tu te fuiste y llevaste mi alma contigo, mi corazón cayó en pedazos y el dolor se volvió inexplicable.
A media noche me duele pensar que ya no te tengo, que cada vez duele más, y sin importar cuánto pase, no te saco de mi mente, pero tu voz desvanece...
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a curar mis heridas
PoetryPequeños escritos que vienen desde lo más profundo de un alma que se encuentra en busca de si misma.