LA VENTANA

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Me encanta despertar y ver el paisaje de calma que finalmente tiene mi alma.

Es como una ventana que me deja ver cuánto han sanado mis heridas, es la que me da la luz cuando necesito ver mis cicatrices y aprender de ellas.

Algunas veces solo veo cuando cae la lluvia, o más bien las lágrimas que bota mi corazón cuando no se reconoce a si mismo.

Nunca dude en apoyarme en el marco de la ventana de mi alma para poder sonreirme e intentar entenderme. Ahora soy feliz, y no porque estoy bien, aunque lo intento.

Soy feliz porque puedo verme desde aquella ventana sanando, puedo tener el corazón en las manos y cerrar mis heridas yo sola. Aunque bueno, siempre he podido sola ¿No?

Soy feliz con el hecho de que estoy sanando, finalmente estoy sanando.

Aprendiendo a curar mis heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora