POLOS

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No creía en aquella historia donde contaban que los polos más opuestos siempre se atraían.

Lo hice hasta que te encontré a ti, alguien tan diferente a mí, alguien que de alguna manera siempre me atraía de nuevo.

Nunca me importaron las diferencias que teníamos, éramos como una sola persona, uno llenaba la otra mitad que le hacía falta al otro. Y eso era lo que lograba que me enamorara de él.

Nunca entendí como logramos conectar, pero aún así, mantenía aquella sonrisa y alegría de que por fin había encontrado mi otra mitad.

Supongo que al final, nuestras diferencias si importarían, ya que tu manera de amar me dolía. Tu manera de mirar al pasado siempre me recordaría que no llegaba a tus expectativas.

Era un amor irónico ya que ninguno de los dos supo cómo cuidar de aquello que temían mostrar. Nuestros sentimientos eran raros, muy intensos al de los demás, creí que sería bueno, pero no lo pudimos manejar.

Ahora me pregunto, ¿un amor de polos es real?

Debí quedarme con aquella duda de amar, porque ahora, no paro de llorar pensando en que estaba mal.

Tal vez tenías razón, el amor y la vida se trata de riesgos, y yo quise llegar a sanar un polo que estaba en caída sin importar que corazón tiraba a la deriva.

Aprendiendo a curar mis heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora