Aprendiendo a curar mis heridas

ESCRIBIR DESDE EL INICIO

Al principio todo era juego, era más como querer experimentar lo que a todos les llamaba la atención.

Recordé perfectamente que siempre lo amé, que no me salía tan mal e intenté como no imaginas. Mis ilusiones de pusieron a flor de piel cuando finalmente confíe en mí y que nada de esto sería un juego.

Lo amé desde el principio, me encantaba imaginar mi vida siendo existosa por algo que desde niña me salía bien. Sin embargo no solo fueron flores...

Algunas palabras eran irientes, hacian que mis pobres ilusiones se fueran al bote de basura. Tenían tanto alcance que llegue a dejarlo, incluso llegué a odiarlo.

Llegué a tener mi corazón en la palma de la mano pensando que mis heridas no cerrarían. Pero, al final, no puedes odiar lo que amas, no puedes remplazarlo con nada. No podía dejar mis sueños a un lado.

Y ahora lo agradezco, porque el éxito no se alcanza de los caminos fáciles. Y este no sería uno.