Si tan solo supieras que cada vez que te veo con ella no puedo evitar pensar en que tal vez ella podría ser yo.
Estás lejos de mi, pero hace unos días estabas a mi lado, viendo como un pequeño corazón trataba de no enamorarse, claro, hasta que apareció el tuyo haciéndome creer que podíamos seguir en la noche como si no hubiera final.
Era lo más hermoso que había experimentado, el amor incondicional que en algún momento me hiciste creer que existía.
Éramos un amor de media noche del que nadie sabía. Todavía no creo que fuera así, pues llegué a sentir que éramos más locos que enamorados.
Tal vez estoy loca porque sabía que no querías nada conmigo así nuestras almas danzaran cada vez que tus labios tocaban los míos.
Eras el calor que mi corazón necesitaba, solo que no sabía que ahora sería más frío que el Ártico y tan solitario como el desierto.
Traté de luchar para reescribir las estrellas que tenía nuestro cielo, para no perderlas, pues tenia miedo de perder lo que más amaba.
Fuiste el sueño que anhele tener, el chico que amé más que a mi misma, pero sabía que pronto me cambiarías por un hermoso amor de amanecer, por un amor que no te hacía bien, pero que te hacía feliz.
Perdí algo que no tenía, pero que amé y extrañaré aún más que las partes que te llevaste de mi corazón.
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Aprendiendo a curar mis heridas
PoesíaPequeños escritos que vienen desde lo más profundo de un alma que se encuentra en busca de si misma.