Aprendiendo a curar mis heridas

EL ÚLTIMO GOLPE

A veces la sociedad nos daña, otras veces son nuestros "amigos" o el amor, y muchas veces son nuestros padres.

¿Has sentido el dolor de no poder contar con tus padres por miedo? Yo sí, y miles de personas también, es un sentimiento que no le desearía a nadie. Crecer sin el cálido abrazo de una madre y sin el apoyo de un padre te destruyen por dentro.

Nunca creí que ellos llegaran a hacerme sentir la persona menos deseada, pero lo hicieron. Muchas veces el golpe no iba de manera directa, nada físico, pero las palabras también hieren.

Con el tiempo las cosas se pueden calmar, los problemas se logran esfumar, pero no todo será risa. Llegó el último golpe que me hizo explotar. Recuerdo ese día, lloré demasiado, me pregunté si lo hacia mal. Pero luego caí en cuenta que yo no era el problema, ellos lo eran, porque queridos padres, no, sus palabras no me harán recapacitar, me dañan por dentro y me hacen odiarme a mi misma. Entiendan que no vivo su vida.