Noté unas suaves caricias en mi mejilla. Me dolía el cuerpo, y la cabeza. Sentía una sed tremenda y mis brazos estaban entumecidos. Abrí poco a poco los ojos y vi a Ayato, sentado junto a mi en la cama. Parecía estar amaneciendo.
Fruncí el ceño y parpadeé varias veces para acostumbrarme al entorno y a la luz. Intenté incorporarme un poco pero Ayato no me dejó.
- Eh eh -sonrió- quédate ahí anda. Necesitas más reposo.
- ¿Qué ha pasado? -el dolor de cabeza se hizo más agudo y volví a tumbarme del todo.
- Anoche te dio un ataque de ansiedad increíble, entiendo que por discutir con Kaneki-suspiré, los recuerdos empezaron a llegar medio nublados- escuché un golpe seco y salí de la habitación. Te vi desplomada e intenté despertarte pero no hubo manera. Comprobé que estabas bien y te llevé a la cama. Supuse que había sido por la situación y estuve pendiente toda la noche por si despertabas. Lo hiciste un par de veces pero solo balbuceabas cosas sin sentido.
Asentí y me acercó un vaso de agua que terminé casi al instante.
- ¿Has comido? -dije apenas en un susurro, él asintió.
Recordé, a duras penas mis palabras. Fui una insensible, mala persona. No me faltaba razón en lo que dije, pero desde luego no era la forma de hacerlo. También Kaneki lo estaba pasando mal. Y Ayato. Los tres estábamos en una situación de mierda y fui egoísta. Pero fui incapaz de parar el ataque de ansiedad y mi boca habló sola.
Busqué con la mirada mi móvil sin éxito.
- Sé que no debo meterme -musitó Ayato- pero no creo que contactar ahora con Kaneki sea bueno para ninguno de los dos. Debes descansar. Y creo que él también.
Asentí. Tenía razón. Pero no quería dejar así las cosas. Aunque mi cuerpo no estaba colaborando. Empecé a sentir un fuerte dolor en la cadera, supuse que del golpe al caer al suelo y mi cara se transformó en una mueca de dolor.
- Deberías tomar algo para el dolor -Ayato rompió el silencio acercándome unas pastillas- las encontré en un cajón, perdón por buscar pero quería que no tuvieras que moverte para nada y pudieras estar tranquila -negué con una débil sonrisa y tomé una de las pastillas.
Dormí un poco más y luego me levanté de la cama. El dolor de cabeza había pasado pero mi cuerpo aún estaba algo dolorido. En ese momento, llamaron a la puerta. Era Nishio.
- Hola -sonrió al verme- traigo la comida de tu nuevo huésped.
Me hice a un lado y le dejé pasar, le señalé la cocina para que lo pudiese dejar y avisé a Ayato para que comiese.
- ¿Cómo estás? -me preguntó Nishio a lo que yo me encogí de hombros- anoche Kaneki llegó hecho una mierda. Ya me han contado lo que pasó.
Miré al suelo y ambos nos sentamos en el sofá en silencio.
-Natsuki -dijo Nishio mirándome- esta situación os supera, y es completamente lógico. Así solo os hacéis daño.
- Lo sé- musité- anoche me desmayé porque me dio un ataque de ansiedad después de la discusión.
Nishio negó con la cabeza.
- Deberíais daros cierto espacio. No te faltaba razón con tus palabras anoche, pero le destrozaste. Seguro que tenías tus razones para decirle aquello pero fue un error hacerlo así- asentí cabizbaja- y tú también estás sufriendo. No te conozco tanto como Touka o Hinami, pero es evidente que te ha pasado factura.
No era capaz de articular palabra. Simplemente asentía y suspiraba. Tenía un vacío en el estómago y un dolor punzante en el pecho.
- He tenido una idea- comentó Nishio mientras acariciaba mi hombro intentando apoyarme- Tengo una casa, está alejada de aquí y nadie sabe de su existencia. En medio del bosque, sin ghouls asesinos con sed de sangre - rio y yo sonreí con su comentario- Creo que os vendría bien a Ayato y a ti iros allí un tiempo, hasta que las cosas se calmen con Aoguiri. Tu intención es buena, tanto con Ayato como con Kaneki, pero son dos personas que llevan mucho tiempo en este mundo y tú acabas de llegar. Has revuelto sus vidas y ellos la tuya.
Le miré sin saber muy bien qué decir. Era cierto y una idea muy inteligente de su parte. Pero sabía que si eso ocurría no podría ver a Kaneki y, aunque supiera que era lo mejor, me destrozaba.
- Además -Nishio interrumpió mis pensamientos- si es cierto eso de que sientes cosas por ambos, pasar algo más de tiempo a solas con Ayato te ayudará a aclararte, o al menos a saber qué puedes hacer y qué es lo mejor para ti. Tienes que descansar y ellos también. Aclarar vuestras mentes y conocer el siguiente paso. Todos estamos trabajando en una solución pero es obvio que no es posible a corto plazo.
Asentí de nuevo.
- Lo he preparado todo, tenéis comida de sobra y me encargaré que eso no cambie. Vigilaremos la zona de igual manera y haremos creer a Aoguiri que seguís aquí hasta que pase el temporal y podamos arreglar esto. Lo he hablado con Touka y le parece una buena idea. Kaneki no se ha pronunciado, pero bueno, creo que su silencio es la mejor respuesta que puede dar- Nishio se levantó y se dirigió a la puerta abriéndola.
-Yo...-suspiré mientras él salía de casa- yo lo siento mucho, no quería hacerle daño.
-Lo sé-sonrió- y él también lo sabe, aunque se lo diré de tu parte. Ahora haz las maletas, ¡en dos días nos vamos de excursión!
Sonreí y Nishio se marchó. Estaba exhausta de una conversación de tan solo unos minutos.
Fui a la habitación de Ayato, quien ya había terminado de comer y estaba sentado en la cama. Le expliqué la situación y aceptó sin pega alguna.
Ya solo quedaba este plan no se torciese.
ESTÁS LEYENDO
Watashi o sukuimasu (Tokyo Ghoul)
FanfictionTras la apariencia de chica tranquila de 23 años y unas notas excelentes, Natsuki oculta varios secretos. Unos más peligrosos que otros. A todo esto se le sumará decidir entre lo correcto, lo conocido o lo que le queda por conocer. [Aclaración: esta...