LIBRO 1
¿Amar? ¿Que es amar? Unos piensan que el amor es aquello que te salva cuando estás jodido , es tu ancla o tu remo para remar en un océano demaciado grande , pero gracias a tu remo llegarías seguro, ¿Eso es el amor? ¿Sentirte seguro o segura...
Advertencia: El a continuación el siguiente capítulo es +21, donde tocara el tema de los fetiches y no acepto ni normalizó estos temas, si eres sensible o te sientes incomoda leyendo. No lo leas
Vuelvo a repetir no me hago responsable de nada de la incomodidad que sientas cuando leas, si buscabas algo tranquilo, aquí en mi historia no va a pasar.
Por favor no tirar hate, ni odio hacia los personajes y los fetiches y actitudes que tenga, yo les advierto antes que nada para q no hayan inconvenientes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HERA
Dentro de mi poco estado de conciencia le ordeno a mis ojos abrirse lentamente, la luz incandecente me obliga a cerrarlos de nuevo para asi poco a poco adaptarme a su intensa luz, unos segundos despues cuando por fin logro abrirlos por completo, lo primero que hago por instinto es mirar hacia arriba donde puedo ver a mis brazos ya custodiados por cuerdas sobre mis muñecas y para agregarle a mi enojo se perfectamente que no son cuerdas normales, si no de las que si te mueves mas se ciernen mas entorno a ti lastimandote, el intento levantarme queda a medias.
Levantó la vista hacia el frente haciendo movimientos para levantarme tratando de esperar que mi teoría de las cuerdas es falsa, en vano ya que la frustración llega cuando siento aumenta cada vez más la tensión en mis huesos.
—Que demonios!!— digo, al ver que hace presión cada vez más que intento safarme—¿Que hago aqui? —Pregunto a la nada en busca de una respuesta.
Miro a mi alrededor en busca de algún indicio de donde estoy, pero solo me encuentro con una habitación inmensa, tanto que me quedo sorprendida al detallarla con su decoración en tonos oscuros.
«Wow, si que está obsesionado con el color negro.»
Saliendo de mis pensamientos sobre la habitación, tomé fuerzas para hacer otro intento de liberarme, pero nuevamente no lo logro, tengo tanto enojo acumulado que inconscientemente suelto un bufido sonoro de frustración.
—Deja de intentar liberarte! No podrás hacerlo, y por el contrario aumentará cada vez más la presión en tus delicadas manos—el miedo recorrió mi cuerpo cuando una voz gruesa e imponente inundó el lugar con esas palabras que sabía pero no quería oír.
Desesperada busco con la mirada a la persona que acaba de hablar y mis ojos quedan atonitos al observando a Alessandro que se encuentra sentado en un sofá color negro azabache que se encuentra justo enfrente de mi, me observa fijamente mientras en su mano sostiene un vaso de alguna bebida qur parece ser Vodka.