Capitulo 26

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Tal vez siempre sería así.

Sé reconocer la mierda y la mediocridad cuando la veo.

-No entiendo por qué está molesta. Quiero decir, habíamos estado tan bien, no le he dado motivos para molestarse. Hace unas cuantas horas estaba todo bien. No lo entiendo. -le conté confundida a Irene quién me escuchaba desde el otro lado de la línea en California.

-¿Segura que no dijiste algo malo? O bueno, que ella pudiera considerar malo... La tipa esta medio loca por todo lo que me has contado... Tal vez sí hiciste algo y ni cuenta te diste. -sugirió.

-Pues tal vez, no sé. ¡Estoy tan confundida!

-Bueno... ya que estamos hablando de tu sexy novia... dime, ¿ya lo hicieron? -preguntó con tono pícaro.

-¿Ya hicimos qué? -pregunté con el ceño fruncido.

Ella bufó al otro lado de la línea y masculló:

-Dios Jennie, a veces siento que tienes cinco años. -yo fruncí el ceño sin entender todavía y ella añadió: -¡Jennje! ¡Me refiero a si ya lo hicieron! ¡Sexo, niña! ¡Follar! ¡Acostarse! ¡Cuando alguien mete....

-¡Ya entendí! -grité interrumpiendola. Escuché su carcajada y la imaginé con una sonrisa traviesa en el rostro.

-¿Y entonces? ¿Ya lo hicieron? -preguntó de nuevo y yo me sonrojé tanto como un tomate.

-¡No!

-¿No han hecho nada? ¿Me estás diciendo
que ese bombón no ha logrado nada aún? -preguntó decepcionada.

-Bueno... Ella... Lisa... a veces... me toca... ¿Cuenta?-pregunté sintiendo mis mejillas arder aún más.

El grito de Irene me dejó claro que sí contaba.

-¡OMG! ¡OMG! ¡OMG! ¿Dónde? ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde?!

Yo sonreí por su emoción, Irene era tan eufórica.

-Bueno, casi siempre los pechos... pero una vez me tocó el trasero... ¡Ah! Y una vez me dio una nalgada... ¡Enfrente de toda la preparatoria! -murmuré recordando el vergonzoso momento.

-¡Ahhh! !Qué romántico! -canturreó con voz soñadora.

Yo fruncí el ceño, ese momento había sido todo, menos romántico.

Lisa... Lisa nunca era romántica. Pero no es como si lo esperara, además ella misma me había advertido que no lo sería.

-Lo que digas...

-¿Sabes lo que daría yo porque una tipa grandota y ruda como Lisa me diera una nalgada frente a toda la escuela de niños fresa dónde estoy? -preguntó en tono serio.

Yo solté una carcajada y negué con la cabeza, Irene era la persona más rara que conocía.

-Bueno, bueno... y... ¿cómo vas con Kwon y Rosario?

Dejé de reír al instante.

-¿Con quién? ¿Con la traidora y el snob?

-Jennie, no seas inmadura. ¿Las cosas
siguen igual de mal?

-Aún no le hablo a Rosario y Kwon no deja
de gritar. No es muy fan de Lisa. La odia. Y Rosario se pasa rezando día y noche, suplicándole a todos sus santos que no me permitan morir en Puchin.

-¿Puchin? -preguntó confundida.

Yo me di un golpe con la palma de mi mano en la frente.

Lisa no me había dicho que no le comentara a nadie de Puchin, pero por alguna razón parecía estar implícito. Cuando estábamos con sus amigos siempre se refería a ella como su motocicleta, nada más. Y por alguna razón, se sentía mal hablar de Puchin sólo así, se sentía incorrecto, como si estuviera revelando un secreto de Lisa que ella me había confiado sólo a mí.

BAD (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora