03. flying at night

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CHAPTER THREE; flying at night

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CHAPTER THREE; flying at night

–Rayos–susurró para si misma antes de levantarse de la hamaca.

No podía dormir porque no se encontraba en su hogar, sino en el bosque, y no estaba acostumbrada a quedarse en otro lugar que no fueran las montañas.

Era la primera vez que salía de su aldea y se sentía un poco incómoda.

Buscó a Samir, su Banshee, y la encontró observando hacia todos lados junto a un árbol.

–¿Tampoco puedes dormir?–murmuró mientras acariciaba su cabeza.

Era un gran animal de color blanco con detalles en negro en sus alas. Tenía ojos amarillentos rasgados y un hocico puntiagudo que podría desgarrar cualquier cosa.

Sin embargo, aunque se veía muy amenazante, con Hope era una verdadera dulzura.

La Banshee hizo un sonido de relajo ante el tacto de su dueña, causando que ella sonriera.

–¿Qué tal si vamos a dar un paseo?–miró cómplice a su compañera y esta se posicionó indicándole que estaba lista–. Buena chica.

La muchacha se subió al lomo del animal y con dos suaves palmadas le pidió que desplegara sus alas.

Samir voló sobre los árboles del bosque de Pandora y Hope cerró los ojos disfrutando de la brisa nocturna que hacia danzar su largo cabello.

Iban a una velocidad moderada puesto que no querían despertar a nadie y además solo querían relajarse.

Luego de unos minutos escuchó un ruido extraño cerca de ella e instintivamente tomó la navaja que se encontraba escondida en el amarra que tenía en su pierna.

–Tranquila, chica de las nieves. No voy a hacerte daño–él rio y se acercó.

–Neteyam, no vuelvas a hacer eso–colocó su mano en su pecho.

–¿Qué haces sola a estas horas de la noche?–inquirió y miró el perfil de Hope.

–No podía dormir y quise dar un paseo para relajarme–respondió–. ¿Qué haces tú aquí?–contraatacó.

–Tampoco podía dormir. Con todo esto de la guerra con las personas del cielo no he podido descansar bien.

Sus ojos chocaron y se mantuvieron así por unos segundos, intentando descifrar si había algo más que molestase a su compañero.

–Te propongo un trato–sugirió finalmente Neteyam–. Hagamos una carrera, si yo gano, puedo pedirte lo que sea. Si tú ganas, me pides a mí lo que quieras.

Sabía que Hope podía sentirse incómoda por estar en un lugar que nunca antes había visto y quería hacerla sentir mejor.

–¿Lo que yo quiera?–preguntó ladeando un poco su cabeza mientras sonreía juguetona.

–Así es–aseguró el trenzado.

–Hecho–sentenció convencida.

Cada vez que se proponía algo lo conseguía, y esta no sería la excepción. Eso lo sintió Samir a través del vínculo y emitió un sonido retador que fue correspondido por el Ikran del chico.

–De aquí hasta las rocas flotantes y de vuelta–informó el Omaticaya–. ¿Estás lista?

–Siempre–confirmó.

Los dos adolescentes salieron disparados junto a sus animales, ambos buscando ganar la competición, ya que a ninguno le gustaba perder.

Sobrevolaron rápidamente el área, esquivando algunos árboles demasiado grandes y cruzándose en el camino de su oponente de vez en cuando para molestarlo.

Estaban tan entretenidos en su juego que no se dieron cuenta de que Kiri los observaba desde muy lejos.

–Oh, Gran Madre. Gracias por traer a Hope a nuestras vidas, en especial a la de mi hermano–habló sonriente antes de volver a su hogar.

Mientras tanto la muchacha y su compañero habían terminado la carrera, regresando al lugar de inicio.

Hope con un aire victorioso mientras Neteyam tenía sus orejas agachadas sin borrar la pequeña sonrisa que adornaba sus labios provocada por la reacción de la chica.

–Te gané–dijo ella bajando de su Banshee y se acercó a su amigo.

–No creí que fueras tan buena–admitió copiando la acción de la primogénita.

–Bueno, podría decirse que hay muchas cosas que aún no sabes de mí–cruzó sus brazos sobre su pecho.

–Tienes confianza en ti misma y sabes lo que haces, me gusta eso–se sinceró.

Dejó de avanzar una vez estuvo a pocos centímetros de distancia de Hope, ocasionando que la chica tragara grueso y bajara sus orejas en señal de nerviosismo.

Neteyam, sacando valentía de quien sabe dónde, llevó su mano hasta el mechón de cabello que cayó sobre el rostro de la albina y lo colocó detrás de su oreja.

–Ya es tarde, creo que deberíamos ir a dormir–masculló suavemente.

–Tienes razón–carraspeó y retrocedió unos pasos.

–Buenas noches, chico del bosque–sonrió mientras comenzaba a caminar hacia atrás sin dejar de ver al Sully.

–Buenas noches, chica de las nieves–hizo una reverencia y finalmente ambos se perdieron entre la naturaleza.

Definitivamente esta noche quedaría grabada en la memoria de cada uno.

author's note: Un capítulo más antes de irme a dormir ;)Espero les gusten las interacciones de Hope y Neteyam tanto como a mí<3

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author's note:
Un capítulo más antes de irme a dormir ;)
Espero les gusten las interacciones de Hope y Neteyam tanto como a mí<3

Con amor:
—R

LIFT ME UP | Neteyam Sully Donde viven las historias. Descúbrelo ahora