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EXTRA III;married
Para los Na'vi, formar una relación de pareja es un concepto completamente real, leal y puro. Encontrar a la persona con quien pasarás el resto de tu vida es considerado uno de los regalos más grandes de Eywa. Eso significaba que ambos debían escogerse mutuamente y luego evidenciar su amor delante de la Gran Madre.
Usualmente, cuando los niños son pequeños, sus padres o parientes deciden hablarles sobre esto, para que estén listos cuando llegue su momento de entregarse en vida y alma a su persona especial. Era una de las tradiciones más sagradas en las tribus de todo Pandora.
Por eso mismo, los nervios y las ansias incrementaban de una manera inimaginable en Hope, quien se estaba alistando, con la ayuda de Kiri, Tuk, Tsireya y Neytiri. Las cuatro mujeres ajenas estaban también muy emocionadas por la albina, después de todo, la muchacha se merecía un final feliz luego de la tristeza que estuvo presente en su vida.
–Déjame ayudarte con eso–ofreció la adulta hacia la chica de rastas.
Neytiri tomó la flor azul que la contraria tenía anteriormente en sus manos y la colocó firme en la parte trasera de su cabeza, manteniendo atados dos mechones de cabello que permitían perfectamente ver el pálido rostro de la ahora no tan adolescente. Era un peinado simple, sin embargo contenía un significado importante para la pareja de novios.
Hope vestía las típicas prendas que usaba diariamente, pero esta vez eran de color blanco, haciéndola lucir más delicada y elegante. Con una sonrisa, la albina esperó que la Omaticaya terminase de peinarla, para luego girarse tímidamente hacia el resto, indicando que ya estaba lista.
–¡Te ves hermosa, Hope!–gritó Tuktirey, quién ya casi tenía diez años, y abrazó con alegría a su amiga.
–Estás preciosa–alagó Tsireya también tras haberse separado del rápido abrazo con la de rastas.
–Tan bella como siempre–jugueteó Kiri felizmente para imitar el gesto de las dos jovenes.
–Muchas gracias por todo–dijo la pálida hacia sus acompañantes, conteniendo las lágrimas.
Como respuesta, recibió un asentimiento por parte de ellas y, sin poder agregar nada más a la emotiva conversación, los tambores y flautas comenzaron a sonar, invitando al clan a reunirse en aquel árbol sagrado que era testigo de innumerables actos y tradiciones.
Con los nervios a flor de piel y el corazón en la boca, Hope empezó a caminar hasta el lugar en el que se realizaría la ceremonia. Probablemente la familia Sully ya estaría ahí, pues las chicas se habían ido hace unos minutos. Además, también Aonung, Rotxo, Ronal y Tonowari habían sido invitados cordialmente a la boda.
El silencio fue abrupto cuando los presentes la vieron llegar y posicionarse frente a su novio, sin embargo ella no prestó atención a nada de su alrededor más que a Neteyam. El chico lucía resplandeciente. Poseía las prendas que normalmente usaba, pero blancas, del mismo modo, y una especie de armadura en su torso. Se veía tan guapo que Hope no estaba segura de poder mantenerse en pie durante mucho más tiempo.
–Mi gente, hoy nos reunimos aquí nuevamente para unir dos almas puras–inició su discurso la Tsahik–. Dos personas que se han elegido y han decidido compartir por el resto de sus vidas, sin importar qué pase. Ante el ojo de Eywa, se forja el lazo que los mantendrá juntos por siempre–sentenció la mujer de mayor edad, apuntando a la pareja.
Hope y Neteyam se acercaron aún más, tanto que podían rozar la punta de los dedos de sus pies. De sus muñecas, ambos quitaron las respectivas pulseras que habían hecho el día anterior, una joya que los representaba completamente. Entonces, con una sonrisa que podría iluminar cientos de lugares, los dos se entregaron el importante objeto, intercambiándolas. De esta manera, sellarían su promesa ante todo su pueblo.
Se miraron fijamente, sin poder apartar su vista del contrario, intentando asimilar el momento tan mágico que estaban viviendo. Sin embargo nada podría sacarlos de su propia burbuja, al menos no por unos minutos. En ese instante, la música volvió a pasearse por sus oídos, acompañados de las aclamaciones por parte de la tribu, y Neteyam atrajo con una mano a Hope por la cintura para besarla con ímpetu, mientras que su otra mano la apoyaba en su rostro.
–Te veo, esposa mía–habló el trenzado cuando se separaron, enseñando su resplandeciente sonrisa y haciendo una reverencia, para después extender su brazo hacia la chica.
–Te veo, esposo mío–la muchacha lo imitó y aceptó la invitación de su pareja.
Ambos caminaron juntos por entre la gente hasta llegar al centro de la multitud. Hope posó sus brazos detrás del cuello de Neteyam y el joven puso sus dos manos en las caderas de la albina. Los recién casados se movían al compás del otro y al ritmo de la música que los tambores y flautas emitían, también oyendo el cántico del clan, quienes los admiraban realmente emocionados, pues aquello solo significaba una cosa.
Un nuevo comienzo.
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author's note: No saben la nostalgia que me da escribir los extras. Tener que relatar cómo avanza la relación de Neteyam y Hope realmente me llena de alegría, y espero que a ustedes también<3
