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CHAPTER SIX; broken
Hope corría rápidamente por el frondoso bosque de Pandora. Sabía que algo andaba mal, su sexto sentido se lo advertía. Y, desgraciadamente, pudo comprobar que no se equivocaba cuando su padre le advirtió que se mantuviera oculta, puesto que personas del cielo en cuerpos de Na'vi habían capturado a los niños Sully, excepto a Neteyam.
Evidentemente la primogénita no le hizo caso. No podía quedarse de brazos cruzados, haciendo nada, sabiendo que sus amigos estaban en peligro.
Detuvo paulatinamente su paso cuando logró distinguir voces algo lejanas y un llanto.
–Muéstrame tus dedos–exigió un Na'vi hacia Lo'ak, evidentemente no era nativo.
Lo único que consiguió con aquella petición fue que el chico se enseñara sus dedos de en medio, provocando una risa sarcástica por parte del jefe militar.
Hope no sabía qué hacer exactamente. Eran demasiados como para enfrentarlos sola, teniendo en cuenta que además tenían armas. Acabarían con ella. Por eso, supo que debía ser más astuta, así que optó por esperar a que el eclipse llegara a su mejor punto para atacar.
Luego de unos minutos, lo cual pareció una eternidad para la muchacha, la oscuridad del eclipse comenzó a hacerse presente. Hope reafirmó el agarre en su arco e instaló una flecha en el sitio correspondiente. Cuando por fin había logrado fijar como objetivo a una mujer militar, oyó ruidos. Para los forasteros era fácil confundirlos con los de un animal, sin embargo, los Sully y Hope sabían que solo significaba una cosa.
Neytiri estaba cerca.
La albina sintió un gran alivio recorrerla al saber que no estaría sola, pero pronto se esfumó, recordando que esto aún no acababa.
En un abrir y cerrar de ojos, una flecha proveniente de detrás de un árbol impactó contra un falso Na'vi, perforando su cabeza y derribándolo de inmediato.
Hope supo que el momento había llegado, por lo que empezó a disparar sus flechas desde lo alto, sobre una rama. Casi todos sus tiros eran exitosos, salvo algunos que sus contrincantes esquivaban.
Todo iba bien, dentro de lo que se podía. Jake y Lo'yr también se habían unido a la batalla y con ello lograron liberar a Kiri, Lo'ak, Tuk y Spider. Sin embargo, un militar que se encontraba estratégicamente ubicado, pudo visualizar a la chica y, sin pensarlo dos veces, comenzó a disparar en su dirección.
De pronto, una flecha cayó cerca del atacante y, aunque no consiguió darle, logró distraerlo de su cometido.
–¿Qué...?–susurró al ver la flecha. No tenía la marca característica de las pertenecientes a Neytiri.
Se giró agresivamente, encontrándose cara a cara con Neteyam. No lo había visto desde el pequeño "incidente" de hace unos días, pero eso era lo que menos le preocupaba ahora.
–¿Estás bien?–cuestionó él, inspeccionándola.
–Sí, gracias–dijo con su voz agitada.
–Debemos irnos–demandó el Omaticaya cuando los disparos volvieron a ellos.
Tomó la mano de Hope y ambos comenzaron a correr rumbo hacia sus Ikranes, que los esperaban a metros de distancia, para poder escapar.
No estaban muy lejos cuando un grito ensordecedor resonó por el bosque luego del sonido de un disparo.
Por alguna razón, la albina sintió una opresión en su pecho que la obligó a detenerse abruptamente y mirar hacia atrás. Grave error, pues lo que vio le partió el corazón en millones de pedazos y le quitó el aliento por unos segundos.
Su padre estaba tirado en el suelo, con una enorme mancha color carmesí en su pecho. Sus ojos estaban abiertos, pero no poseían expresión alguna.
Había muerto.
Un alarido desgarrador abandonó los labios de Hope mientras caía de rodillas al suelo y con sus manos cubría su boca. Las lágrimas no tardaron en aparecer, inundando el rostro de la muchacha.
Dolía, quemaba y ardía su pecho. No podía respirar correctamente y lo único que pasaba por su mente era que su padre se había ido. Ya no lo vería más, no tendrían largas charlas sobre la vida, no podría escuchar sus regaños y tampoco sentir sus enormes brazos envolverla en un fuerte y reponedor abrazo.
Primero su madre y ahora su progenitor, el hombre por quien habría dado su vida.
A lo lejos escuchaba la voz de Neteyam intentando contenerla en vano, pero no conseguía oír con claridad. También sentía la presencia de los demás, pero estaba absorta en sus pensamientos. Solo una cosa pasaba por su mente en ese momento.
Estaba rota y no sabía si podría recuperarse.
¿Por qué, Eywa? ¿Por qué tienes que ser tan cruel?
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author's note: Espero les esté gustando la historia :) Por favor voten y comenten, así sabré si el fanfic es de su agrado o no<3
