17. the necklace

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CHAPTER SEVENTEEN; the necklace

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CHAPTER SEVENTEEN; the necklace

Los meses transcurrían con rapidez, pero con tranquilidad. Los Sully y Hope habían conseguido adaptarse estupendamente a las nuevas costumbres del clan Metkayina, y no había rastros o indicios de las personas del cielo, por lo que todo estaba en orden.

La relación de Hope y Neteyam iba de maravilla, parecía que ambos estaban viviendo en un cuento de hadas. Hasta ahora no habían tenido casi problemas, y si existía uno, conversaban para solucionarlo y seguir adelante.

Ahora la albina se encontraba en el océano, nadando para relajarse un poco. Siempre había sido alguien a quien le encantaba la compañía, pero eso también implicaba que le gustase disfrutar de la suya propia, estando a solas.

Se sumergió y nadó hasta las rocas profundas del arrecife, en donde observó con adoración las criaturas pequeñas que habitaban en él y que se veían cómodas con la presencia de la muchacha.

La tranquilidad la abrazaba cuando, de pronto, sintió que alguien tocaba su hombro, sacándola de su ensoñación y por lo tanto asustándola también.

–Calma, solo soy yo–habló en lenguaje de señas.

–Aonung, ¿necesitas algo?–respondió de igual manera luego de quitar su mano de su pecho.

El joven le indicó que subieran a la superficie para charlar mejor y Hope estuvo de acuerdo.

–¿Quieres acompañarme a alimentar a los Ilu's? No me vendría mal algo de ayuda, la verdad–pidió con amabilidad.

En todo el tiempo desde que estableció su estadía, la chica y el Metkayina se habían hecho buenos amigos. Después de la pelea que tuvieron Lo'ak y Neteyam con él, ella se acercó para conversar y el muchacho le ofreció disculpas e iniciar desde cero. Entonces comenzaron una buena relación de amistad y, aunque no tenía la misma confianza que con Lo'ak o Kiri, se llevaban demasiado bien.

–Claro, vamos–contestó sonriente y siguió a su amigo hacia la orilla.

Aonung hizo con la boca los típicos sonidos para llamar a los Ilu's y en menos de un minuto estos ya se encontraban rodeando a los adolescentes. Ambos tomaron unas canastas que tenían dentro el alimento de los animales y empezaron a lanzárselo al agua, mientras que ellos realizaban lindas acrobacias para recogerlo.

Tomando por sorpresa a Hope, un Ilu nadó por debajo, pasando justo por entre sus piernas, provocando así que la chica perdiera el equilibrio y que se inclinase hacia adelante, asegurando una caída. Sin embargo, antes de siquiera poder tocar el agua, Aonung puso sus manos en la cintura de ella, evitando que se hiciera daño.

–¿Estás bien?–preguntó en un murmuro, pues estaban bastante cerca.

–Sí, gracias–masculló–. Ya debo irme, pero te veo luego, ¿si?–inquirió tras haberse separado del chico.

–Seguro, adiós–sonrió y vio a su amiga alejarse del lugar.

☪︎

La hora en que Neteyam y Hope tenían destinada para verse sin falta todas las noches había llegado. Ambos tenían ese acuerdo que consistía en que, aunque se vieran durante el día, se juntarían en la pequeña montaña donde se dieron su primer beso para tener más privacidad.

La albina ya estaba instalada sobre las hojas, esperando a su acompañante, quién ya debía estar ahí pero se estaba tardando más de lo usual. Normalmente los dos se dirigían juntos, sin embargo no había visto a Neteyam en todo el día y ahora estaba comenzando a preocuparse.

–Hey–una persona habló detrás de ella y supo de inmediato quién era.

–Hola–sonrió genuinamente al verlo.

–Lo siento si tardé mucho, estaba ocupado–explicó mientras se sentaba.

Había algo extraño en él. No tenía ese brillo en sus ojos, su sonrisa era más bien una mueca y su semblante estaba serio. Además su respuesta había sido cortante.

–¿Qué te sucede?–interrogó con preocupación.

–Nada.

El silencio se interpuso entre ellos cual barrera, sin permitirle a Hope llegar a él. Sabía que algo andaba mal y quería ayudar, pero le dolía que Neteyam fuera tan seco con ella, pues habían estado extremadamente bien durante el último tiempo como para que todo se desplomara en un dos por tres.

–Perdón, no debí hablarte así. Lo siento.

Ahora sonaba triste y arrepentido, confundiéndola aún más, sin embargo no lo presionaría a contarle qué ocurría.

–¿Quieres decirme qué pasa?–cuestionó con suavidad.

–Es que, hoy cuando te estaba buscando para entregarte algo, te vi con Aonung, y yo, no sé, me sentí raro–dijo avergonzado, pues tenía más que claro que "sentirse raro" significaba una sola cosa.

Hope apretó sus labios, intentando no reír. Sentía que podría derretirse de ternura ahí mismo.

–¿Estás celoso?–sonrió juguetona.

–¡No te burles! ¡Esto es nuevo para mí!–se movió frenéticamente con vergüenza.

–Eres tan lindo–admitió, provocando que el chico se sonrojase y que sonriera tímidamente–. Y no tienes que preocuparte, Aonung y yo somos amigos, nada más.

–Nosotros también lo fuimos, ¿recuerdas?–contraatacó.

–Lo sé, pero la diferencia es que yo solo tengo ojos para ti–sentenció.

Neteyam sintió cómo su estómago se revolvía ante la confesión y su ritmo cardíaco se aceleraba considerablemente. Entonces todo lo que pudo hacer fue acercarse a ella lentamente para tomar su pequeño rostro entre sus manos y estampar sus labios, formando un delicado beso.

–¿Qué era eso que ibas a darme?–habló Hope cuando se separaron.

–Cierto, casi lo olvido–dijo y después desabrochó uno de sus collares para extenderlo hacia ella–. Es para ti. Para que siempre tengas una parte de mí, pase lo que pase.

La albina se giró para permitir que el joven abrochase el collar ahora en su cuello, y luego admiró el objeto.

–Es precioso–elogió–. Gracias, Teyam–agradeció sonriente, sin molestarse en intentar espantar las mariposas revoloteando en su interior.

–¿Cómo me llamaste?

–Teyam–repitió–. ¿No te gusta?

–Me encanta–confesó y volvió a besarla.

author's note: Adoro a este par, son tan lindos<3

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Adoro a este par, son tan lindos<3

¡Comenten qué les parece la relación de Hope y Neteyam!

También, ¿les gustaría que hiciera un maratón?

Con amor:
—R

LIFT ME UP | Neteyam Sully Donde viven las historias. Descúbrelo ahora