Alexa -- 13

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Dos semanas que se había ido esa chica, tampoco hemos sabido nada de ella, aunque era lo mejor, ya tuve muchos encontronazo con mis hermanas por como la trate y seguían con que algo pasaba con ella. El trabajo se estaba poniendo más estresante y las entregas era lo único que venía bien, logramos vender gran parte del último cargamento.

Hoy la verdad que necesitaba despejarme, tratar de olvidarme de esa muchacha, el pensar que de seguro ya comenzó su nueva vida me traía una opresión en el pecho, maldición no entendía el porque, después de tantos años no podía estar así nuevamente.

Hoy aprovecharía que es fin de semana para ir al bar, me iría temprano también para poder disfrutar toda la noche. Tomé mis cosas de la oficina y salí rumbo al lugar.
Apenas entró voy a mi sector y pido para tomar, primero quería activar mi cuerpo antes de gozar, mientras tomaba miraba al resto de la gente, visualice a alguien en la pista de baile, se me hacía familiar, en cuanto se jira, ahí estaba, ¿que hacía ella acá? ¿No era que no se dedicaba a esto? ¿No era que tenía la beca en la otra ciudad? Maldición mi cabeza comenzó a maquinar mil cosas.

Trate de ignorarla, pedí que algunas de las chicas me acompañaran un rato antes de ir a los cuartos especiales, un poco de manoseos estaban funcionando y mi apetito se estaba activando.
Después de un rato le pedí a la chica que fuera a preparar el cuarto que yo ya subía. Cuando estaba por levantarme alguien se sienta a mi lado.

** Hola hermosa te gustaría pasarla bien --bien esa vos chillona se me hacía familiar, giro y ahí estaba ella... Ana--

** Que te hace pensar que quiero divertirme con tigo --maldición porque sentía repulsión en verla ahora, ensima otra ves con su ropa de quinta--

** Te aseguro que la pasarás muy bien y no te olvidarás de mi --eso era neto no me olvidó de lo que me hizo y de lo que pasó, siento que posa sus manos en mi pierna pero al instante sentí un escalofríos--

** De eso seguro..... no me voy a olvidar y tú tampoco --  si ella quería jugar yo también lo haría, se hace la que no me conoce bien yo haré lo mismo-- y dime ¿cómo te llamas? --pose mis manos en la suyas y el revoltijo en mi estómago casi me hace vomitar --

** Anastasia y tú preciosa -- ahora se cambia el nombre, pero no sabía porque ese nombre me sonaba-- dime ¿tienes un cuarto aquí o quieres ir a otro lugar? --obvio que afuera no sería--

** Déjame reservar un cuarto muy muy especial --pose mis manos en su rodilla y fui masajeando hasta sus glúteos, se notaba que no estaba exitada-- espérame aquí --le dije y salí hacia el mostrador del barman--

Le pedí que cancelara el cuarto que pidió mi chica, pero que me diera otro que llevaría a alguien. Vuelvo a la mesa y veo dos bebidas en ella, en cuanto me ve se levanta toma un vaso y me entrega el otro, ya me imagino que tenía pero no iba a caer.

** Porque no tomamos algo antes de subir --note su voz chillona que quiso aparentar sexy--

** Oh claro -le dije, tome el vaso con mí mano y cuando estaba casi en mi boca, espere que ella la tomara primero, hice que me arrepiento y la dejo en la mesa, note que no le gusto-- mejor después, creo que ya tomé demasiado -- dije, la tome de la cintura y la apegue a mi, puse mi rostro en su cuello y le susurré -- ya no aguanto las ganas de sentir tu cuerpo en el mío y saciar mi sed --le bese su cuello y ahí ví la marca nuevamente, pero algo estaba mal, porque la marca estaba más alejada de dónde la vi la última ves--

Note que se puso nerviosa pero no dijo nada, la tomé de la mano y la comencé a llevar al cuarto, al subir mire sus muñecas y ahí no tenía nada, pues claro si la pulsera la tenía yo, en mi poder.

Al llegar al cuarto la luz aún estaba apagada cerré la puerta y me pose tras de ella y le susurré.

** Dime una cosa ¿tu sabes lo que significa BDSM? --veo cómo niega con la cabeza-- te comento es el sadomasoquismo y adivina... qué eso me gusta a mi -- prendo la luz y ahí estaba la cama con las esposas en cada punta, una mesa con varios juguetes y en otra varios didol con lubricantes y más cosas--

Todo por un errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora