Alexa -- 33

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** De verdad no mentis con lo que decís?? -- bien se que son lentas en entender algo, pero aveces abusan mis hermanas y más Carla -- una no se parecen en nada -- desde cuándo alguien se tiene que parecer a otro para ser su hija-- dos para que la quiere ahí adentro y tres sigo sin creerlo algo más hay oculto -- bueno eso era verdad --

** Que haremos ahora -- era notorio que todas estábamos preocupada por la situación, pero no solo de Ana sino de las demás chicas--

** Por el momento mandé a Félix a investigar a la madre de Ana, pero también al gordo -- Erica y Carla me miran asombrada, si es neto que es complicado inveatigarlo--

** Sabes que si él descubre que andan tras de él no se quedará quieto -- Erica tenia razón pero confiaba en la habilidad de felix --

** Pero con las chicas que aremos -- Carla estaba realmente preocupada por una de ellas, según ella le contó que hace varios año estaba allí y no la paso nada bien, pero teníamos que ocultarlas por ahora --

** Hablaremos está noche con las 4 y le diremos que por el momento tendran que estar ocultas, nos encargaremos de comprarle ropa y cosas personales, Ana aún algo tiene de lo que dejó hace días, pero las otras chicas no.

** Bien hablaré con Nona para que les pregunté a las chicas que necesitan y cuánto antes mandaremos a comprar.

Luego de acordar más o menos lo que haríamos en casa y como nos moveriamos con el gordo cada una siguió con su labor, lamentable mente teníamos responsabilidades.

Pero mi cabeza no dejaba de pensar lo que había pasado la noche anterior, casi le hago ey amor, malditos demonios que ese descontrolan cuando la tengo serca y más cuando ella se deja, maldición como si supiera que ser sumisa es mi debilidad para sacar el demonio interno, incluso otra noche que tuve que satisfacerme sola, si quería podía haber ido al club, pero no deseaba tocar otro cuerpo luego de sentir el de Ana.

Maldita hora que no avanzaba más, deseaba con ansias irme a la casa, está necesidad de verla me estaba frustrando, jamás en mi puta vida lo sentí, pero esa chica.... demonios sacaba todo de mi.

Cuando al fin salimos Erica me comentó que iría a comprarle unas cosas a una de las chicas, aún me cuesta recordar sus nombres, pero lo que si me asustaba que se estaba enganchando con ella de una manera rara, solo esperaba que no estén jugando, no se lo merecían ninguna de las dos. En cambio yo sin darme cuenta me detuve en una panadería, necesitaba llevarle algo dulce, se que a ella les encanta, aún me recuerda el día que la enfrente en la plaza de gastronomía, en donde presento sus dulces tailandeses, realmente eran ricas , sabrosas pero mi enojo hacia ella me tenía siega de todo.

Al llegar a la casa no me asombraba encontrar a todas en la cocina, al contrario no verlas sería lo raro, pero lo que si me estaba fascinando era escuchar su risa, esa que tenía grabada en mi cabeza para recordarla y así calmar mis demonios en momentos de locura, como la que tendré en la noche.

El gordo me llamo para juntarnos y organizar como buscar a las chicas, aunque nuestro plan es poner mayor gente de nosotras y depositarlo lejos de está zona y si es posible lejos de la ciudad.

** Buenas tarde -- dije apareciendo me de golpe y asustando a todas provocando gritos, dios si que son ruidosas--

** Santos jesucristo -- dijo una de las chicas-- nos quiere matar de un susto ??-- solo atiné a levantar los hombros--

** Buenas tardes mi niña -- escuché a nana-- deseas darte un baño antes de tomar algo

** Si nana -- dije mientras le daba un beso-- en un rato necesito que todas se reúnan en mi despacho para hablar de un asunto, Anabella -- dije mientras ella trataba de no sonrojarse, pero ya no podia— podrías venir por favor –ella dejo lo que tenia en la mano y me sigue--

Todo por un errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora