Anabella -- 05

798 80 11
                                    


Otra semana mas había pasado despues de la feria, pero fue la peor semana para mi, creía que al fin esos daños no estarían mas pero me equivoqué, volvieron a pesar de mi edad, necesitaba irme cuanto antes, todo comenzo cuando mi hermana por buscar algo que según ella yo se lo estaba robando entro a mi cuarto, no me di cuenta de esconder bien la plata que me dieron por las ventas de los dulces, las descubrió y la desgraciada le dijo a mi madre que la plata era de ella y se la estaba robando, mi madre obvio que le creyó a ella ¿y que pudo pasar? me dio flor de golpiza, tal fue de grabe que no podia moverme bien, incluso no pude asistir a mis clases de costura, con la de gastronomía la profesora me pidio que me presentara hoy sabado, que llevara los libros y cuadernos que tenia una sorpresa para mi, pero no sabia como iba a salir de mi casa ya que me dolia todo y mi madre tenia a dos sujetos en la casa desde hace tres dias, porque no me podia mover, mi hermana seguía enfurecida con que no creía en como me gane el dinero, ellas seguian pensando en que estaba trabajando como ellas y como no queria aportar con el porciento que según dicen le corresponde, ocultaba la plata, tenia tanta rabia que el dia miercoles de la bronca por primera vez le levante la mano a mi hermana y le di un bofetada dejándola bien roja, en eso llego mi madre y obvio yo pase a ser la mala, me encerró en mi cuarto y ahí me golpeo de nuevo pero lo peor vino despues, cuando ella se fue entro uno de los sujetos, senti que todo mi cuerpo comenzaba a temblar, no de dolor ni de frio, sino de miedo, el hombre cerro la puerta con llave y sabia que esto no terminaría bien iba a ser violada, siento como toma mi brazo con fuerza y me tira sobre la cama, su mirada era de pura lujuria, sabia que mi madre me ofreció como trofeo o el tipo le habra dado buena plata para hacerme lo que le de en ganas.

Comienzo a sentir como me empieza a sacar la ropa, tenia un pantalon pijama y una remera, practicamente me la arranco, dios queria correr, queria huir pero mi cuerpo me dilia tanto por la golpiza de mi madre que no lograba tener fuerza, siento que solo me deja en ropa interior, sentis mirando con otra expresión, no era de deseo o lujuria, ahora de psicópata con lujuria, maldición tenia la sensacion que no saldría viva, el eso el comienza a sacarse el cinturon y una ves despojado por completo de su pantalon comienza a enroscar lo en su mano, maldición que pensaba hacer.

** no puedo negar que tienes un cuerpo bastante delicioso y llamativo pero para tu desgracia o suerte solo me gusta el de tu hermana – lo mire con confusión y eso me hacia temblar mas — tu mamá me dijo que el unico lugar que no podia tocarte es la cara y eso hare – abri los ojos al punto de salirse de mi cara--

No llegue ni a preguntar cuando senti el primer golpe en mis piernas, demonios el infeliz habia dejado la hebilla hacia afuera, trate de moverme mas atrás de la cama pero se me fue imposible, incluso recibí otro mas en mi otro lado, no solo era el dolor sino que incluso ardor, la hebilla me estaba cortando la piel, luego sentio otro y otro, solo me quedaba gritar y llorar de desesperación, sentia como mi piel quemaba por los golpes y comenzaba a sentir la sangre correr, luego me jala de las piernas y me gira sobre mis pechos dejándome la espalda hacia arriba, ahora si presentía que era mi fin solo atine a cerra ojos y aferrarme a las sabanas, pero jamas senti el cuerpo del sujeto sino algo peor el primer golpe.

** este es un recordatorio de parte de tu hermana, que aprendas que con ella no se juega y que mas hermosa que ella no hay –no entendí el odio de ella hacia mi, ni siquiera el de mi madre, pero no logre seguir pensando ya que otro golpe mas cae sobre mi piel--

Uno, dos, tres ya ni sabia cuanto golpes me estaba dando solo sentia la hebilla en como rasgaba mi piel, sentía la sangre correr de las heridas y el quemazón del golpe, ya ni siquiera podia gritar ya que estaba sin voz y ni siquiera salían lagrimas de tanto que llore, de a poco sentia como las fuerzas se me estaban llendo, sentía que si debía sufrir todo esto antes de morir lo resistiría, como lo hice esa ves, si aguante una ves lo haria dos incluso tres, unos golpes fuerte en la puerta y uno gritos hicieron que el sujeto parara de pegarme.

Todo por un errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora