Alexa -- 37

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El pensar que una de las chicas tenga alguna infección o algo grave era preocupante, no nos importaba, aparte de las burlas que me decía Erica, en el camino hablamos sobre eso y quedamos en ayudarla sea cual sea el problema, ya eran nuestra responsabilidad y aunque en ese momento no hablamos de las consecuencias de salvarlas ya estábamos en ellos.

El asunto ahora es Carla, maldita mujer si que le pego duro la chica, como se le ocurrió salir de esa manera y andar en la calle como loca. Al llegar a la casa ya estaba el médico, tenía entendido que se quedaría pero por lo visto aprovecho y realizó los análisis para saber que tenian cuanto antes. Verla a Anabella toda roja cuando la saludé era la visión más linda que podía tener, devolvió parte de mi buen humor con el que inicie en la mañana, pero claro siempre hay alguien que me saca de mi burbuja.

Cuando terminamos de saludar cada una retomó su camino, di una indirecta pero creo que no lo comprendió.

Trate de darme un baño rápido y ponerme lo más cómoda posible, pero en mi interior quería impresionar a Ana, malditas hormonas, ya no era una pendeja para actuar así pero era inevitable.

Cuando llegue fui la primera, como siempre al estar en mi despacho me sirvo un vaso de ron, mejor dicho el poco ron que me dejaron esas locas ya que hicieron desaparecer la mayoría de mis botellas y hasta la otra semana no me llegan las que encargué, pero no podía desirles nada en verdad, necesitaban bajar el estrés acumulado y es la manera que encontraron, lástima que saquearon mi espacio.

En eso siento unos paso tras de mi, ya que le estaba dando la espalda a la puerta, una corriente comenzó a recorrer toda mi columna, estaba serca demasiado serca, mi cuerpo y mi pecho lo sabían, demonios que hago, había entendido mi directa y si no hacia algo antes que vengan los demás me volvería loca.

Me gire con cuidado para no asustarla ni ahuyentarla por el repentino ataque, pero entendí que estaba serca pero no tanto como quería.

** Hola -- me dice en tono leve y tímido --

** Hola -- conteta igual, pero está ves tome la iniciativa de asercarme yo-- dime cómo estás?? -- aunque era otra cosa en mente me sentía una total tonta--

** Bien -- dijo en un hilo de vos-- pero me preocupa Ruth -- no se que le estaría pasando en la cabeza--

** Tranquila sea cual sea la situación estarán cuidadas -- necesitaba darle seguridad, comprendo cuál es su temor y le demostraremos que una ves que están bajo nuestro cargo nos haremos responsable de todo--

Me aserque cada ves mas a ella y sin que se diera cuenta pose mis labios en los de ella, necesitaba hacerlo, no entendía el porque pero esos labios me tenían poseída. Cuando al fin reacciona a mi beso siento un carraspeo de garganta, ¿Quién carajos vino a interrumpir? Eso proboco que Ana se despegará de golpe de mi y su vergüenza al ser descubierta sea muy notorio, demonios.

** Perdón por interrumpir pero nos pidió que viniera -- es una vos masculina asique supuse que es el médico, al mira no solo estaba él sino también una de las amigas de Ana y con una cara divertida, si si seremos la burla de todas ahora--

** Bueno si sabíamos que están ocupadas hubiéramos venido más tarde, pero para la próxima cierren la puerta -- si y así comenzamos--

** Lo siento creo que fui yo -- escuché casi en susurro, dios ya estoy adorando verla así de roja--

** Perdón por entrar así no sabía que estaría con alguien -- escuché al medico, otro avergonzado por lo que vio--

** No hay problema, bien esperamos a las demás -- trate de que Ana viniera a mi lado pero corrió al lado de su amiga, notaba como la otra le susurraba cosas y Ana se avergonzaba más y mas--

Todo por un errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora