11- Me apuntan con una pistola, pero no la que yo querría
Mabel es la que me quita el teléfono y responde por mí. La borrachera se me ha ido de repente, aunque aún siento los efectos del alcohol.
Hace una mueca al colgar y apaga la televisión.
-¿Qué? ¿Qué ha pasado? -pregunto, cruzándome de brazos, nerviosa.
-Tenemos que ir a buscar a tu madre.
Se pone los zapatos y me da los míos, me cuesta bastante atármelos, pero tras varios intentos, lo logro.
Al bajar tengo que agarrarme en la barandilla para no caer y, cuando voy por la mitad de mi recorrido en las escaleras, veo que Mabel ya está abajo esperándome con su abrigo puesto y el mío en la mano.
Es muy de noche, normalmente me daría miedo caminar a altas horas de la mañana, pero Mabel me da cierta seguridad. Además, es policía.
-La han detenido por acoso -susurro y por un segundo pienso que ella no me ha oído.
-Ya...
No decimos nada más hasta llegar a comisaría. Siento mi rostro entrar en calor repentinamente por el cambio de temperatura y Mabel es quien va a hablar con una chica, supongo que son amigas, para decirle lo de mi madre.
Estoy un poco perdida porque no puedo pensar claro, pero en cuanto veo a mi madre entrar por la puerta me calmo. Va vestida como siempre, con su abrigo Channel y su vestido Prada. No se le ha corrido ni una sola gota de maquillaje, sigue intacta.
Viene caminando hacia a mí y no intento abrazarla, como siempre hago. Simplemente asiento con la cara a forma de saludo y parece sorprendida, gratamente, supongo.
-Tu pelo está horrible. ¿Te estás poniendo acondicionador? -investiga.
Antes de que pueda responder, Mabel vuelve y saluda a mi madre estrechándole la mano. Mamá parece mucho más amigable con ella que conmigo.
-¿Dónde está el coche? -pregunta, cuando salimos a la calle.
Me encojo de hombros.
-Hemos venido caminando.
Me mira ofendida y saca su teléfono para comenzar a teclear.
-¿Qué...?
-Hola, buenas noches, me gustaría un taxi... Sí, sí...
-Tu madre parece una milf -me susurra Mabel al oído y ese gesto me pone los pelos de punta. Estoy tan nerviosa por lo que acaba de hacer que casi olvido lo que me ha dicho recién.
-¿Ah?
No responde porque mi madre se gira hacia nosotras con una sonrisa. Entonces, como por instinto, me alejo de Mabel repentinamente.
-¿Por qué te han sacado tan rápido? -inquiero y mi madre hace un ademán restándole importancia.
-El dinero abre puertas, Elise. Deberías saberlo a estas alturas.
Frunzo los labios y nos quedamos las tres paradas en la acera, esperando el taxi. No pasan ni diez minutos hasta que llega y nos subimos. El taxista parece sorprendido al ver a mi madre, seguro que la conoce.
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Cuando se apaguen las luces
Mystery / ThrillerElise nunca ha tenido mucho que contar. Su vida es normal dentro de lo que cabe, pero eso cambia cuando acusan a su madre de asesinato. Está decidida a averiguar si eso es cierto, pero no podrá hacerlo sola. Mabel es una policía principiante, tan so...