17: Ojo con las homosexuales
Creo que me da miedo admitir esto, pero ya estoy harta de todo lo que tenga que ver con mamá. O con mi falsa familia, que es lo mismo que mamá.
Y estoy harta de defenderla. Parece que soy yo la que cuida de ella y no al revés.
Por eso me he quedado con ella, solo unos días. La verdad es que estoy cansada de protegerla y de quedarme con todas estas dudas sobre mi pasado, por eso estoy ahora mismo donde estoy.
Suspiro varias veces antes de tocar la puerta y espero unos segundos hasta que esta se abre.
Mabel aparece tras esta y me mira extrañada.
-¿Qué haces aquí?
Alzo las cejas y me cruzo de brazos.
-Pues vengo a retomar lo que dejamos a medias -digo como si fuera obvio. Me mira aún más extrañada y me apresuro a añadir, solo para evitar malentendidos: -Lo de la investigación, digo.
-Ah, pensé que ya no querías.
Nos quedamos mirándonos y me aparto un mechón de cabello incómoda por sus ojos escrutándome.
-¿Puedo pasar o...?
Asiente y se aparta de la puerta. Justo en ese momento, algo se abalanza sobre mí y suelto un grito. Es un perro.
-No jodas, ¿desde cuándo tienes perro?
Ella suelta una risa por lo bajo antes de apartar a la bestia de mí. No le tengo miedo a los perros, pero sí a las cosas que huelen mal.
-Es de mi madre.
-¿Sigues haciéndote cargo de sus responsabilidades?
-Mejor métete en tus cosas, ¿no?
Silencio.
Hago una mueca y suspiro. Ya no quiero pelear con ella.
-Ya. Perdón. Tengo...
No sé cómo decírselo.
-Sé quién es la asesina.
Se gira inmediatamente para mirarme. Está esperándome. Pero no sé si es lo correcto decírselo.
-Mi madre me confesó que fue ella.
Claramente, Mabel no sabe cómo tomárselo.
-¿Cuándo?
Ya qué.
-El día que discutimos, antes de venir me lo dijo...
-No jodas. ¿Estás bromeando? ¿Y viniste aquí con la consciencia tranquila para luego huir como una cobarde?
Bufo pasándome las manos por la cabeza y suelto un gran suspiro. Mabel sigue igual de pesada. Y yo no quiero decirle nada más. ¿Habrá sido una mala idea venir aquí a buscar su ayuda?
-Lo que importa es que necesito ayuda.
Comienza a reírse como si le hubiera contado un chiste y luego me mira seria.
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Cuando se apaguen las luces
Misterio / SuspensoElise nunca ha tenido mucho que contar. Su vida es normal dentro de lo que cabe, pero eso cambia cuando acusan a su madre de asesinato. Está decidida a averiguar si eso es cierto, pero no podrá hacerlo sola. Mabel es una policía principiante, tan so...