Capítulo 29

530 42 7
                                    

29: ¿Estoy de novia o de amiga?

Pensaba que, tras rendirme con lo de mi madre, Mabel y yo podríamos estar tranquilas. La herencia ha sido toda para mí, hay un par de millones en el banco, pero solo he sacado un poco para ayudar a Mabel a pagar el piso. Ella no quiere mudarse, le gusta demasiado la comunidad de vivir en un piso. No me quejo. Aunque aún me encantan las cosas de marca y caras, me he acostumbrado a vivir así con Mabel.

He vuelto a ver a Jessica, pero solo para que el notario nos leyera el testamento. No me ha querido volver a ver. 

Ha pasado casi un mes desde que mamá murió. Como he dicho, ni Mabel ni yo estamos bien. Ella tiene pesadillas casi todas las noches y cree que no sé con qué, pero sí lo sé. Cada noche grita su nombre: Eva. No me pone celosa ni nada por el estilo, sé que a ella le duele demasiado. Yo no tengo pesadillas, porque no duermo.

-Eva -susurra Mabel de repente, a mi lado. Son casi las tres de la mañana y se mueve inquieta por la cama, sudando y gimiendo con lágrimas en los ojos.

Me giro hacia ella para acariciarle el pelo. Poco a poco, se va calmando y sigue durmiendo. Yo no puedo dormir, aunque ya me he acostumbrado a dormir solo casi tres horas al día. Aunque hay veces que duermo quince. 

Cuando sale el sol y suena el despertador de Mabel, se remueve en la cama y la miro, tapándome mejor con las mantas. Siempre suena el despertador dos horas antes de que tenga que irse a trabajar. Le gusta prepararnos el desayuno y ponerse guapa. Aún no la han ascendido oficialmente, pero lo harán este viernes. Van a montar una especie de reunión, yo iré. Todos iremos: Matt, Kelly y Cris.

-Buenos días -susurro mirándola. Se gira hacia a mí con los ojos entrecerrados, los tiene hinchados. 

-¿Cómo has dormido? -inquiere. Sabe que no duermo bien. Varias veces, después de tener una pesadilla y despertarse, me ha visto despierta.

-Hoy mejor -miento y me acerco a ella para darle un beso en la mejilla. Sonríe adormilada y se abraza a mí, duerme unos cinco minutos más.

Cuando por fin se levanta, yo me quedo en la cama un rato, intentando dormir. No he conseguido empleo aún, porque no he comenzado a buscarlo. Nunca he trabajado y no me apetece. Además, no creo poder si duermo tan poco. En cuanto a la univesidad... Aún no me he decidido. Podría cambiar de carrera, ¿pero qué haría? No me gusta nada. No tengo personalidad. 

Bueno, a veces me gusta mucho sacar fotos, pero no creo que sea posible convertir eso en un talento.

-¡Eli! He hecho sandwiches.

***

Aunque me pesan los ojos y me duelen los huesos, voy a la ceremonia de Mabel. 

Me he preparado en casa de Matt porque no me gusta estar sola en casa. Cris se está duchando aún y Kelly y su amiga han venido también. No la conozco desde hace mucho, apenas una semana, pero me cae bien y parece agradable. Y viste bien.

-No sé si estos pantalones queden bien -opina Beth. Ella sabe de moda, por algo estudió moda en la universidad. Debe tener unos veinticinco años.

-Conjuntan perfectamente -se queja Matt, mirándose al espejo con rabia. Ya se ha cambiado cinco veces y Beth siempre le encuentra una falla.

-Llegaremos tarde -dice Kelly.

Yo estoy viendo esta interesante conversación desde el sofá. Me aburro y tengo sueño, pero seguramente si intentara dormir no lo conseguiría. Sé que mis amigos están preocupados, pero no deberían. 

-Elise... -alzo la mirada y veo a Beth confundida mirándome- ¿Te estás durmiendo?

Abro los ojos, me doy cuenta de que sí. Pero habrán pasado apenas cinco minutos desde que he empezado porque siguen estando discutiendo de lo mismo.

Cuando se apaguen las lucesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora