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Luego de permanecer más de ocho horas en su oficina revisando cada movimiento que surgía dentro de la empresa, Jisoo se puso en marcha a su hogar por una llamada de su madre, estar tan ocupada la hizo olvidarse de aquella visita la cual le había mencionado la mucama.

Al llegar a su hogar notó como todos los empleados se movían velozmente de un lado a otro dejando la casa perfectamente ordenada y al subir a su habitación se percató del elegante atuendo que estaba sobre su cama y supo lo que tenía que hacer.

Se deshizo de su traje de oficina para darse un baño y colocarse lo que su madre había elegido para ella, cuidó de cada detalle de sus accesorios, maquillaje y cabello hasta quedar estéticamente perfecta. Y a la par en que se colocaba aquel perfume Dior, la puerta de su habitación fue tocada indicando que la visita había llegado.

Jisoo: ¿Tienes alguna idea de quién se pueda tratar? —Le preguntó a la mucama que recién había ingresado.—

Pero la empleada permaneció en silencio y pronto unas manos se posaron sobre los hombros de la pelirroja que se hallaba sentada frente a su tocador.

YeoJin: Tenía razón, ese atuendo te quedaría estupendo para esta noche. —Comentó su madre.—

Jisoo: ¿Puedo saber quién cenará con nosotros esta noche? —Insistió.—

YeoJin: Lo único que debes saber de antemano es no causar desastres. —Respondió llevando su mano izquierda al mentón de la chica.— Solo toma asiento y luce bonita. —Sonrió.— Y en especial, cualquier decisión que se haga la aceptarás.

La pelirroja miró a su madre a través del espejo.

Jisoo: ¿Qué tipo de decisión? ¿Se trata sobre la empresa? —Comenzó a interrogar.— No, si fuera de la empresa no cenaríamos en casa, ¿Qué es lo que planeas madre?

YeoJin: La visita ya está con tu padre, no tardes en bajar. —Dijo mientras se encaminaba a la salida.—

Jisoo permaneció unos minutos en su lugar tratando de entender los movimientos de sus padres, hacía suposiciones que eran rechazadas en el momento en que los comparaba con otras situaciones, ¿Qué era lo que tramaban esta vez para pedirle tal comportamiento? Solo lo iba a descubrir si bajaba al primer piso.

Tardó un poco pero al final su presencia llegó al comedor principal en donde solo se encontraban tres personas: Su padre, sentado en su puesto con su madre a la derecha del hombre; y una tercer persona los acompañaba en el comedor, una figura masculina.

Jisoo: Imposible. —Susurró para sí misma.—

YeoJeong: Al fin estás aquí. —Habló el padre de Jisoo.— Déjame presentarte a alguien a quien ya debes de conocer. —Señaló a su invitado.— Él es el presidente de la cadena hotelera Mariott, Kim Taehyung. —Lo presentó.—

El mencionado se levantó para hacer una reverencia corta a la pelirroja.

Jisoo: ¿Por qué está aquí? ¿De qué se trata todo esto? —Preguntó mientras tomaba asiento junto a su madre.—

— La noche aún es joven y tenemos tiempo de platicar. —Respondió el señor Kim.— ¿Por qué no cenamos primero?

Él tronó los dedos y pronto las sirvientas comenzaron a entrar al comedor con bandejas de comida las cuales dejaban en el centro de la mesa. Todo tipo de comida junto a frutas exóticas y las bebidas más caras de la ciudad estaba siendo servidas.

Jisoo miraba a todos en silencio tratando de comprender el motivo de la presencia de aquel pelinegro, aunque claro, en su interior no le causaba desagrado su presencia sino al contrario, al cruzar miraba con él su corazón dio un revuelco de emoción por la casualidad.

Durante la cena toda la charla era sobre negocios, riquezas, fama, números y logros, Taehyung mencionaba todo lo que su cadena hotelera ha logrado en todos esos años y el señor Kim destacaba todo sobre su empresa.

YeoJeong: Pero claro, todo el éxito en Asia ha sido gracias al mando de mi querida hija. —La señaló.— Corporaciones Samsung no sería lo que es ahora de no ser por Jisoo. —Sonrió.— Ella tiene un excelente ojo para los negocios.

El castaño miró a la chica.

Taehyung: He escuchado mucho sobre la joven empresaria, quien lidera desde sus veintitrés años, es admirable ver lo que una chica ha logrado en el mundo de los negocios, ella ha roto decenas de estigmas. —Le sonrió.—

YeoJeong: Es mi más grande orgullo.

Taehyung: Muchos especularon que tomaría el cargo de Ceo a los veinte lo cual consideraban una edad muy pronta pero le dieron al clavo al hacerlo después, lo tenían todo bien planeado. —Los felicitó.—

Aunque aquello no fue bien recibido por ninguno de la familia.

Jisoo: He escuchado mucho sobre tu empresa. —Tomó la palabra para evitar crear un tenso momento.— Desde hace dos años se posicionó como el hotel más lujoso y reservado en el mundo.

Taehyung: Ese crédito se lo lleva el anterior Ceo que dirigía todo desde la sede aquí en Corea. —Respondió tomando la copa de vino entre su mano.— Yo solo me encargaba del extranjero y seguía sus órdenes.

— Pero ahora te volviste el Ceo principal y estoy segura de que seguirás manteniendo la cadena hotelera como la mejor del mundo. —Comentó la señora Kim.— Ambos son jóvenes con una mente brillante.

YeoJeong: También me percaté de eso. —Agregó.— Jisoo. —La llamó.— ¿Recuerdas que hace un mes te dije que tenía en mente un nuevo proyecto para ti?

Jisoo: Lo recuerdo. —Asintió.— Sobre eso, también quiero...

YeoJeong: Desde hace semanas estuve buscando candidatos que estuvieran a tu altura. —Prosiguió hablando.— Pero ninguno se acercaba a lo que alguien como tú necesitaba, eso pensaba hasta que el joven Taehyung apareció. —Lo señaló.—

Jisoo: ¿Candidatos a mi altura? No creo estar entendiendo padre. —Murmuró con confusión.—

YeoJeong: Ya estoy a poco tiempo de comenzar mi jubilación y debo dejar el cargo de presidente, mismo cargo que pasará a ti. —Le informó.—

Jisoo: ¿Y...yo?

YeoJeong: Pero sabes que la regla para que un heredero tome mando es que el o la primogénita deba estar casada.

La pelirroja soltó su copa de vino por la impresión.

YeoJeong: Por ello lo de la tarea de candidatos que ya no será necesario porque encontré al ideal. —Sonrió.—

YeoJin Tu padre quiere que te cases con Kim Taehyung lo antes posible. —Aclaró.—

YeoJeong: Te casarás, nuestras empresas colaborarán en cuanto acciones y tú dirigirás mi empresa desde aquí, toda tu vida la tendrás en Corea. —Dijo con felicidad.—

Pero Jisoo no estaba nada contenta.

Jisoo: ¿Quieres que me case y tome el cargo para quedarme aquí? —Miró a su padre con los ojos llorosos.— ¿Todo esto lo estás haciendo para que me quede y no vaya a ninguna parte?

Anteriormente ya se sentía prisionera de su padre pero con esto, un candado más se colocaría en su tobillo.












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La Venganza || VsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora