La Venganza || Vsoo

27

Jisoo: Creo... Creo que es un poco tarde. —Murmuró aún controlando su respiración.— Si quieres quedarte a seguir bebiendo no te detendré. —Dijo bajando del estante.— Llamaré a un chofer de la agencia para que me recoja. —Avisó acomodando su atuendo.—

Sus mejillas estaban tornadas rojas de la acalorada situación.

Taehyung: Sólo dame un minuto y nos vamos...

Jisoo: No. —Negó de inmediato.— Yo... Necesito un poco de aire.

Taehyung: Ve afuera, enseguida iré. —Dijo en un tono demandante.—

Ella asintió con la cabeza y en silencio tomó sus cosas para salir, siempre asegurándose de no ser vista. Hasta llegar a la barra del restaurante.

A pesar del intenso momento, su mente no abandonó la ola de recuerdos con solo escuchar aquella fecha.

Jisoo: No puedes mostrarte vulnerable, es una llave que no le debes ceder a los demás. —Recordó las palabras de su madre.—

El camino a casa afortunadamente no fue tan tenso debido a la presencia del asistente de Taehyung que se encargó de llevarlos debido a su estado alto de alcohol que incluso repercutió la mañana siguiente con el intenso dolor de cabeza que tenían.

Pese a su resaca, Jisoo no canceló sus labores en el hogar. Se levantó temprano para poder tener todo a la hora aunque el dolor y sueño la estuviera matando.

Estaba preparando el desayuno cuando el chico apareció por el primer piso como si nada hubiera sucedido.

Taehyung: ¿Se te hizo tarde de nuevo? —Preguntó tomando asiento.—

Jisoo: Me demoré regando el jardín pero el desayuno ya casi está.

Taehyung: Sino lo tienes listo olvídalo, ni siquiera puedo desayunar en mi casa. —Murmuró.— ¿Acaso sigues sin saber equilibrar tus actividades? ¿Y así piensa tu padre convertirte en la presidenta?

La pelirroja se mantuvo callada escuchando las quejas y comentarios del chico. Se le hizo tarde no sólo por las tareas del hogar sino por documentos del trabajo que también debía llevar revisados a primera hora y aún no había completado.

Mientras cocinaba se encargaba de leer los papeles, firmarlos y de dejar acomodados los utensilios. Sumando los reproches del chico la situación se estaba tensando para ella, comenzó a incrementar la velocidad en todo que descuidadamente se quemó la muñeca con el mango de la parrilla para panqueques.

Tras soltar un jadeo de dolor fue hacia el fregadero para mojar la quemadura y que dejara de doler. Su diente mordía su labio para evitar soltar más quejas hasta que a sus espaldas apareció su esposo.

Taehyung: ¿Por qué tienes que ser tan torpe? —Dijo al mirar la herida.—

Jisoo: Ni siquiera duele, ve a sentarte, el desayuno ya está. —Respondió apartándose de él.—

Sirvió todo con velocidad para que su esposo pudiera desayunar y estaba a punto de servirse cuando llamaron a la puerta.

Taehyung: Me prepararé para escuchar a tu asistente gritarme de nuevo. —Murmuró.—

Al abrir la puerta, un jadeo de sorpresa fue su respuesta. Su suegra había llegado a casa.

Jisoo: Señora Kim. —La saludó.—

— Hola querida. —Respondió la madre de Taehyung con un corto abrazo.—

Jisoo: Adelante, permítame ayudarla con sus cosas. —Dijo tomando las bolsas que cargaba la mujer.—