La Venganza || Vsoo

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Yeri: Y estos serían los gráficos de las ventas del último mes. —Informó tras entregarle una carpeta azul.— Están en gráficos y divididas por sedes y filiales pero podemos revisarlo luego si tienes que irte. —Dijo revisando el reloj.—

Jisoo: Puedo terminarlo ahora. —Respondió tras dar una ligera mirada.—

Yeri: ¿Estás segura? Siempre te vas a las siete.

Jisoo: La madre de Taehyung nos mandó a alguien de confianza para que se hiciera cargo de la casa. —Le contó.— Al menos en lo que termina la temporada de revisión. Sé que tienes algo importante por hacer así que puedes irte...

Yeri: No. —Negó.— No me gustaría dejarte con esto sola.

Jisoo: Son revisiones que yo debo hacer personalmente. —La miró.— Ya debes haber escuchado sobre esa publicación en línea que habla de la malversación de fondos por parte de un integrante de la familia.

Yeri: Siempre difunden rumores maliciosos sobre la empresa, no es la primera vez.

Jisoo: Pero el ojo de los fiscales está puesto en la empresa y antes de que ellos encuentren un fallo debo encontrarlo yo.

Yeri: ¿Dudas de tu familia?

Jisoo: Sabes bien que ni siquiera los considero eso. —Respondió tras un suspiro.— Puedes irte, cualquier cosa te avisaré por mensaje.

Yeri: Es la primera vez en mucho tiempo que te quedarás hasta tarde por trabajo. Aunque odie admitirlo prefería a cuando te ibas temprano.

Jisoo: Chica, con nada estás contenta. —Se río leve.—

Yeri: No te quedes hasta tarde o llamaré a tu esposo para que te obligue a salir de aquí.

Jisoo: Bien~~ —Dijo con diversión.—

Pronto volvió a colocarse seria para dar toda su concentración a los documentos de finanzas que tenía esparcidos por todo su escritorio. Revisaba atentamente todo lo recabado de cada filial y sede sin dejar pasar desapercibido algún número. Y continuó haciendo lo mismo durante las siguientes seis horas sin percatarse.

Volver a la vieja rutina esta vez le costó algunas pausas para tomar agua o mandar mensajes, especialmente a su marido para avisar sobre sus horas extras en la empresa.

En ese momento dejó aquellos documentos sobre el escritorio para recargarse sobre el respaldo de su asiento y descansar pero solo la hizo percatarse de lo silencioso que estaba todo.

Los empleados ya se habían ido, sus computadoras estaban apagadas así como las luces salvo por las del pasillo. Al revisar la hora se percató que era pasada medianoche.

Si fuera por ella, seguiría revisando los papeles restantes pero no quería problemas en casa, así que levantó y guardó todo para tomar sus cosas y salir de su oficina.

De camino hacia el ascensor las luces comenzaron a parpadear, imaginando que necesitaban mantenimiento sacó su celular para avisar del daño. En el momento en que se detuvo y como consecuencia sus tacones dejaron de resonar se escuchó claramente el sonido de otros pasos y un escalofrío subió por la espalda de la pelirroja.

El informe sobre el problema de las luces pasó a segundo plano, decidiendo continuar con su caminar para cerciorarse que no fueran alucinaciones. Al mirar disimuladamente la figura masculina de un hombre detrás a metros suyo le helaron la piel.

Decidiendo cambiar el rumbo de su destino se adentró a otros pasillos para tratar de perder rastro de aquel sujeto pero terminó siendo un fracaso. Estaba ella sola jugando al gato y al ratón con aquel desconocido sin alguien más en el piso que pudiera auxiliarla.