Reflexiones

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Últimamente ideas oscuras han surcado mi mente. El horror de las imágenes en mi cabeza podrían aterrar a cualquiera pero, por alguna extraña razón, no causan ese efecto en mi y se convierten en una especie de anhelo perturbador que me hace sentir fuera de lugar, anormal.
El temor se mezcla con mi sangre, recorriendo mi cuerpo, helándome el alma y erizando mi piel. Me asustan las ideas que pueden llegar a surcar mi mente, me aterran mis impulsos y mis ensoñaciones macabras y masoquistas.
No importa donde pose mis ojos, no importan los colores ni las risas, lo único que soy capaz de ver es muerte, en las sombras, en los autos, en las calles, en los árboles, en los puentes, en los silencios. Simplemente, todo se ha convertido en una oscura versión de la realidad de la cual solo la muerte puede sacarme y tengo ese sentimiento de que debería temer a lo que pasa por mi interior, pero no puedo, simplemente, deseo tanto esa oscuridad que el miedo a pasado a segundo plano dejando al masoquismo como una realidad que suele pasarme factura día a día.