32

45 1 0
                                    

Siempre lo mismo, la misma pelea. Sentada en un rincón se promete que no pasará nunca mas. Ella quiere hacerse creer que los gritos ya no sonaran en sus oídos tras cada salida. Pero eso no sucede. Jamás se detienen. Los gritos retumban cada mañana, cada tarde, cada noche.
En un recobijo de su mente se consuela, sola con su oscuridad, intentando ocultarse de las cosas que permanecen dentro de ella.
Y ya no quiere eso. Las luces están apagadas aunque el sol brilla pero no hay rayo que la ilumine.
Las lágrimas se hacen acopio de los ojos cerrados que miran hacia la nada mientras su boca escupe palabras que ya no comprende.
Quiere correr pero sus músculos no responden. Grita en el mas absoluto silencio y vuelve a prometerse que todo va a estar bien, aunque sabe perfectamente que no lo estará, porque nunca lo está.

ReflexionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora