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¿Cuántas lágrimas ignoradas se han derramado en las noches cuando las cosas se volvieron difíciles? ¿Cuántas han sido las expectativas paternas que los jóvenes no han llegado a cumplir? ¿Cuántos han sido los sueños pisoteados mientras los niños crecían? ¿Cuántos han descubierto lo que hay al final del camino?
Hoy, entre toda la desesperación y soledad de un mundo plagado de gente, me pregunto hace cuanto que venimos creyendo cuentos de hadas en lugar de aceptar la realidad. Desapariciones, muertes, masoquismo, suicidios, abortos, heridas, desesperación, dolor. El mundo se inunda de problemáticas que parecen invisibles ante los ojos humanos, y me pregunto ¿Cómo caímos tan bajo mientras soñábamos con las estrellas? ¿Cómo permitimos que el mundo estallara frente a nuestros ojos a la vez que proclamamos ser felices? La locura se ha expandido, el caos se ha vuelto costumbre, la normalidad se transformó en una vida en la cual los jóvenes se suicidan e intentan vivir como si tuvieran treinta pero esquivando las responsabilidades, los adultos se arrepienten de su edad y se esfuerzan por regresar a una edad que dejaron atrás, los niños dejan de buscar monstruos bajo la cama tras encontrarlos a su alrededor. ¿Cómo pasó todo esto? ¿Cómo permitimos que el mundo se transformara en un lugar en el cual nadie quiere vivir?

ReflexionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora