En silencio, invisible, transparente a los ojos ajenos llora en calle desiertas esperando el entierro. Y en el cajón reposa aquel ser amado e ignorado por palabras orgullosas modificadas por las garras oscuras de los celos que, guiadas por la imaginación, causaron mucho daño. Y dos corazones rotos, encontrándose en soledad, palpitante en contra de la voluntad y haciendo al alma llorar, se enamoraron perdiéndose en los ojos de los demonios del otro que terminaron convirtiéndose en demonios propios también. Y queriendo salvarse mutuamente, el mundo terminó por aplastarlos dejando líneas rectas en las muñecas femeninas y apagando los latidos del corazón de un cuerpo sin vida que reposaba pálido y frío, provocando lágrimas adoloridas.

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Reflexiones
RandomHay cosas que siempre pensamos pero tal ves nunca decimos, pero eso no les resta importancia.