Aquello que perdí [IzaTake]

CAPÍTULO 25: ¿Ello es ser feliz?

Creador@ imagen: @ajipooooo

¡¡¡Feliz año nuevo!! :)

Ya lo se, ya lo se, un poco tarde pero que más da:v.

Como sea, no les aburro pero como disculpa, ¡¡SERÁN DOS CAPÍTULOS!! 🎉🎉.

Bueno... 😀 Que los disfruten.

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¿Qué es realmente ser feliz?

Unos dirían que es tener la gracia de reír hasta que tu estómago duela. Sonreír hasta que tu cara duela.

Otros...

Que es una bella sensación que sin excepción alguna, todos se la pasan buscando la mayor parte de su vida.

Y unos pocos, los más sabios, dirán que es paz. Que es un sentimiento de tranquilidad. Que es un estado donde ni el mañana, ni el presente ni el futuro importa.

¿Qué si son erróneas o correctas estas respuestas?

Quién sabe.

Hasta ahora, nadie ha podido realmente darle un significado a lo que es...

La felicidad.

Y quizás sea el, quien menos esté cerca de la respuesta. No, cuando ha habido más tristeza que felicidad en su corta vida.

Desde ser abandonado en un orfanato hasta en cómo los niños se burlaran de su color de cabello y de piel.

Desde saber que su madre no lo era hasta descubrir que la persona que más amo le mintió. Todo ello...

Todo ello se ha convertido en un puñal pesado sobre su corazón. En una melancolía persistente que vive en su alma.

Pero a pesar de que hubo experimentado más dolor que alivio en su existencia, no puede decir que nunca vivió aquello a lo que todos llaman felicidad.

Lo hizo... o...

Eso cree.

Él recuerda muy bien esos pequeñísimos y raros momentos de su vida.

Recuerda esa vez, que jugando en la nieve junto a Kakucho prometió hacer un reino para personas como ellos. Personas que no encajaban. Que eran diferentes. A las que nadie esperaba que hicieran algo de valor.

Y ese día fue alegre...

Prometer eso, desear eso causó cosquillitas en su interior. Causó que su pecho bombeara con fuerza.

O esa vez en el parque de juegos, en la que ayudó a un niño. Le dio su abrigo (su favorito por cierto) y lo cubrió de la gran tormenta de afuera.

Verlo sonreír, verlo llorar realmente feliz, había hecho que empaparse por completo no importará, que su pecho se sintiera tan cálido. Tan liviano.

Inclusive una de las más recientes, rescatar a un chico roto y verlo reír entre sus labios. Verlo al fin sonreír sin tristeza.

Y por muy extraño que parezca, no hubo nada en su pecho que sentir está vez. No hubo dolor en sus mejillas. Sólo, sólo una rara sensación que lo abraza. Que lo hace sentir tranquilo. Que le dice que todo estará bien.