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Nunca he podidoevitar perdermebajolas sombras brunasde la noche, ni renunciar al beso crepuscular que me trae de la luna su aliento plateado... Su aroma a misterio es mi delirio. Su hechizo, mi inspiración. Leentrego mis sentidos, mi alma, mis emocionesdesenraizadas de tiempo y espacio... Noche, tú contienes la maravilla del ocaso y la aurora.
Reina hechicera, ¿de dónde surge tu encanto, del mismo cielo cautivador o desde el brujo vacío? Te enredas en mi alma y cuerpo latiendo tu encanto. Noche, acapara mi soplo, libera mi musa. ¡Trepa en mí como enredadera!
Halos de luz colocas en mi existencia...Avanzas con abrazo delirante, fresco,comola brisa de enero apasionada entre las olas del mar...Me quedo en tu abrazo atrapada, encantada y en él, me lanzo en tu compañía al infinito para obtener la fortuna de crear belleza.
¡Oh, Noche! Desde las sombras me regalas la sinfonía del grillo y el guitarrero adherido a la presencia de Calíope... Me vuelves gotas de sereno, melodía de silencio,y acaricio lasfloresdel abecedarioquecomo locas me buscan...Se iza la inspiración, se hila, me teje ovillos de versos y en mi pluma se refleja el milagro del arte.
Que nazcas del cielo o del vacío, ¿entonces, qué importa? simeabres la puertaal sitioque amo y al que siempre quiero volver para perfumarme de lírica... Si sobre tu vientre fructífero nace danzando armoniosa mi poesía...
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