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El resto de mi estancia en Canadá fue inmejorable.

Después de aquella charla en la playa con Shawn las cosas habían ido más que bien.

Había conseguido integrarme con sus amigos tanto como podía y empecé a llevarme bastante bien con Lauren a pesar de todo.

La relación con sus padres y con Aaliyah se ha vuelto más familiar.

Al pasar muchas horas con ellos me he acostumbrado a sus costumbres y son como mi segunda familia, les voy a echar mucho de menos.

En estos momentos estoy recogiendo mis cosas, mañana a la madrugada sale mi vuelo con rumbo de vuelta a casa.

Shawn esta sentado en la cama, un poco afectado con mi marcha.

Me acerco a el y cojo con mis manos su rostro haciendo así que me mire.

-No te preocupes Shawn, en nada estamos juntos de nuevo.

Le doy mil besos y el asiente forzando una sonrisa.

-Vamos, ayúdame a hacer la maleta.

Se levanta, se acerca a mi y me ayuda a doblar la ropa .

Guardamos todas las cosas en la maleta y cuando la cierro me abraza fuerte.

Acaricio su pelo, ver a Shawn triste me pone triste ami también.

-No estés triste muffin.

Digo dándole un beso en la mejilla y el me sonríe, pero esta vez no lo fuerza, esta sonriendo de verdad.

-Ven que quiero darte una cosa.

Andamos hacía su habitación y yo me siento en su cama mientras el parece buscar algo en su armario.

Me recuesto un poco hacía atrás en su cama mirando al techo y me doy cuenta de que voy a estar sin el un largo mes.

Que voy a echar de menos todo de el hasta lo que más nerviosa me pone.

Se da la vuelta con algo en las manos, viene hacía mi y se sienta a mi lado.

-Toma -Dice entregándome su sudadera morada de Obey, la cual siempre le digo que me encanta y se que es su favorita también- Para que te acuerdes de mi en el tiempo que estamos separados.

La cojo con mis manos y no puedo evitar emocionarme un poco, a lo que el me abraza fuerte.

-No llores boba.

Me dice y puedo ver como una lagrima desliza su mejilla hasta quedarse en el arco de sus labios.

-Y tu tampoco.

Digo riéndome mientras lloro un poco y el me imita.

-Cuando vuelvas iremos a jugar al hockey, ¿Vale?

Digo apartando sus lagrimas con mi dedo pulgar.

-Y a la playa.

Dice sonriendo.

-Pero al volley no jugamos que no se me da muy bien.

Digo recordando el balonazo y me río.

-Que sepas que voy a intentar no estar triste solo para que tu tampoco lo estés.

Dice lo que me parece precioso.

-Eres tan bonito.

Digo antes de besarle con ganas.

-Yo lo único que te puedo dar es esto -Digo y me saco una pulsera de hilos que siempre llevo conmigo- Es de la suerte, ¡No la pierdas!

Digo mientras se la ato.

-Te quiero mucho muffin.

Dice dándome un beso en la nariz.

Me ayuda a recoger las demás cosas que me quedan y bajamos con las maletas al recibidor.

Karen y los demás nos esperan en la mesa para cenar ya que mi vuelo sale a las cinco de la mañana.

Durante la cena hablamos de como me ha ido aquí y si he disfrutado mucho de Canadá.

Sin duda el partido de Hockey al que Shawn y yo fuimos fue increíble, nunca me lo había pasado tan bien.

Y eso que nunca había visto un partido de Hockey, Shawn estaba tan metido en el partido que a veces gritaba y yo me partía de risa.

Ellos me comentan que quizás se vayan unos días al lago con los abuelos de Shawn.

Nosotros fuimos a un lago un domingo por la mañana con las bicis, lo cual nos costó bastante en llegar ya que estaba a unos veinte kilómetros de distancia.

Pero estuvo genial, el sitio es precioso y el agua estaba helada, pero compensaba con el calor que hacía aquel día.

Después de cenar vimos una película todos juntos y luego nos fuimos a dormir.

Durante toda la noche permanezco abrazada a Shawn y estoy tan a gusto así.

Cuando suena el despertador a la mañana siguiente espero que sea una broma.

Me levanto y voy hacía el baño para asearme.

Me preparo para ir al aeropuerto, he decidido ponerme la sudadera de Shawn ya que en el avión suelen tener el aire bastante alto y a veces hace frío.

Su sudadera es muy cómoda y larga, me llega casi hasta las rodillas.

Su madre me prepara un vaso de leche el cual me bebo antes de que salgamos hacía el aeropuerto.

Aaliyah va medio dormida mientras que Shawn no me suelta la mano ni un segundo.

Cuando llegamos allí Shawn me acompaña a facturar mi equipaje y luego nos tomamos algo en una cafetería mientras esperamos al aviso de mi vuelo.

Cuando se escucha por megafonia el aviso me despido de ellos con un gran abrazo.

Shawn se agarra a mi fuertemente y yo tampoco quiero soltarle.

-Llámame cuando llegues Leah.

Me besa y aunque estamos delante de sus padres no me importa en estos momentos.

-Lo haré , tranquilo -Le sonrío y vuelvo a darle un dulce beso- Sal mucho, descontrolate, ¡Pero no bebas demasiado! y sobretodo pásalo bien Shawn.

El se ríe.

-Hablamos por mensaje, ¿Vale?

Dice dandome otro beso.

-Sin dudarlo.

Me sonríe pero se que en el fondo está triste, como yo lo estoy.

-Te quiero mucho muffin

-Yo mucho más.

Nos besamos y cuando vuelven a dar el segundo aviso del vuelo se que es momento de marcharme.

Cojo mi maleta de mano y después de darle un último beso a Shawn me alejo de ellos diciéndoles adiós con la mano.

Cuando entrego mi billete doy la vista atrás, veo como el padre de Shawn rodea su espalda con su brazo y ambos me dicen adiós con la mano.

Paso la pasarela y nada más entrar al avión veo que me a tocado pasillo.

El vuelo es largo así que voy a intentar relajarme.

Tras unos minutos despegamos y yo intento dormir durante el trayecto, cosa que se me hace imposible.

"El chico de intercambio" Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora