Hoy han pasado tres semanas exactamente desde que nos ingresaron a mi y a Shawn.
Ya le han quitado las escayolas y esta muy contento aunque a mi aún no me han dado el alta.
Me han dicho que la rotura esta bien pero que la cicatriz esta bastante infectada y si salgo al exterior las bacterias adentrarán haciéndolo más peligroso aún.
A el ya le están dando las sesiones de rehabilitación.
Los profesores han hablado con mis padres y me han dado un curso semi presencial.
Tengo que hacer los deberes y dar las clases mediante el ordenador para así cuando me reincorpore lo único que tendré que hacer serán los exámenes.
Toda esta situación empieza a superarme y quiero irme lo más pronto posible.
Un sábado por la noche Shawn convence a mis padres para quedarse conmigo. Mis padres se hacen los remolones pero finalmente acceden. ¿Quien no quiere un sábado noche libre?
Shawn se come un bocata que ha comprado en la cafetería para cenar conmigo.
Me cuenta como le están yendo las clases y también la rehabilitación .
No puedo aguantar más esta desesperación por salir de estas cuatro paredes y me pongo a llorar delante de el.
-¿Estas bien?
Se acerca a mi y pone sus manos sobre las mías.
-Hey -Alarga la e haciendo el gesto muy adorable- Mírame.
Levanta mi cabeza dirigiendo mi mirada hacía el. Es tan dulce que hace que me derrita al instante, soy muy afortunada de tenerlo conmigo.
-Cuéntame que pasa.
-Quiero irme Shawn. -Digo entre sollozos- Estoy cansada de estar encerrada aquí.
Me abraza antes de que acabe la frase y me da un delicado beso en la mejilla.
-Estas aquí por tu salud Leah. -Se separa de mi y peina mi cabello poniéndolo detrás de mi oreja.- Yo también quiero que salgas de aquí para poder ir al cine y mil tonterías, pero tienes que recuperarte del todo, ¿Sí?
Asiente a la vez que pronuncia la palabra, rodea mi rostro con sus manos y me besa de la manera más dulce en la que me han besado nunca.
-No tardarán en darte el alta, hazme caso.
Sonríe y se acuesta conmigo en la camilla
Y no se equivocaba cuando dijo lo anterior ya que el mismo lunes me dieron el alta.
La felicidad se me sale por las orejas cuando escucho decir alta al doctor. Bromeo diciéndoles si es una broma o si estoy soñando a lo que el doctor y mis padres ríen.
Dice que tengo que ir a rehabilitación cuatro días a la semana salteados al menos dos de ellos, que no haga movimientos bruscos con la pierna. Es decir, prohibido correr, prohibido saltar, prohibido tener vida social y ser un humano totalmente normal.
Me aconseja que si noto dolores que utilice la muleta para ayudar a descansar la pierna y que si noto molestias mucho más grandes que acuda al hospital enseguida.
Cuando salimos de allí le digo que espero no verle en mucho tiempo a lo que el contesta "Yo también lo espero".
Subo al coche de mis padres y todo me parece surrealista.
He decidido no decirle nada a Shawn y que le pille de sorpresa.
Cuando vuelva del instituto sus padres le mandarán a mi casa a por algo y entonces apareceré yo de sorpresa.
Cuando llego el olor peculiar de mi casa invade mis fosas nasales haciéndome sonreír al instante.
Subo a mi habitación y me doy cuenta de que mi madre ha recogido todo el desastre que deje al irme, antes de que pasara todo.
Estoy deambulando por mi casa, pasando por las habitaciones cientos de veces como una tonta. Pero es que estoy tan contenta de estar aquí que quiero recorrerla muchas veces.
Me pongo a jugar a la play de mi hermano, se me pasa el tiempo volando ya que cuando la apago mi hermano ya ha vuelto del instituto y la comida esta lista.
La comida de mi madre me sabe a gloria al lado de toda esa basura sin sabor que dan en el hospital.
Estoy tan contenta de estar en casa que no dejo de darles besos y abrazarles a todos, aunque mi hermano no deje de decirme pesada.
Después de comer me acuesto un poco en el sofá y me quedo durmiendo al instante, mi sofá es tan cómodo.
Suena el timbre como un chirrido aterrador y me despierto de un salto.
-Es Shawn.
Digo y mi madre asiente desde la puerta.
Voy hacía allí y abro la puerta lentamente.
-¿Querías algo?
Digo con tono bromista y Shawn se sorprende.
-Pero ¿Tú?
Dice asombrado, me abraza fuerte levantándome del suelo y yo me lo como a besos.
-Me alegro tanto de que ya estés de vuelta.
Me baja y me da un largo beso que no puedo disfrutar más de lo que ya lo estoy haciendo.
-Y yo de estar de vuelta.
Le sonrío y el corresponde a mi sonrisa.
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"El chico de intercambio" Shawn Mendes
FanfictionEmpieza a leer y descubre la historia de Leah una chica con una vida absolutamente normal la cual se ve afectada con la aparición del simpático chico de intercambio. Primera temporada. Créditos de la portada:@x07122010x TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS...