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Subimos las escaleras mientras Shawn me cuenta algo sobre cuando vivían en Canadá. 

Llegamos al tercer piso, abre la única puerta que hay a la derecha y entramos.

La habitación es amplia, tal y como me la había imaginado.

Las paredes son blancas y el suelo de una madera oscura que la hace resaltar mucho más. Es sencilla pero elegante a la vez, tiene un gran ventanal en la parte derecha de la habitación que da a un pequeño balcón, la gran cama está pegada a la pared junto a una mesilla de noche de color gris. No hay mucho más en esta, un escritorio con su silla en el cual hay libros encima de este y una mesa con una tele. También puedo ver un par de cajas en un rincón en la cual esta apoyada la guitarra de Shawn.

Nada más entrar Shawn se tropieza con un par de cosas que se ha dejado tiradas por el suelo.

-Ups.

Resopla mientras las recoge y las deja encima del escritorio mientras yo aprovecho y me acerco a la gran cristalera.

Miro tras esta y observo todo lo que alcanzo a  ver.

Es maravilloso, se puede ver gran parte de la calle y mucho más allá.

-Que bonito Shawn.

Digo susurrando sin apartar la vista.

-Por eso mismo elegí esta habitación.

Dice poniéndose a mi lado mirando a la misma dirección que yo.

Nos quedamos un rato así cuando el desvía la vista hacía mi y me sonríe.

-Ven que te quiero enseñar algo.

Dice a lo que va a buscar algo en las cajas que hay en el rincón, cuando lo encuentra va directo hacía su cama seguidamente se sienta en el borde, me mira y da tres golpecitos a su lado en señal de que me siente.

Le obedezco sentándome a su lado y el saca lo que parece ser un álbum de fotos grande y de color marrón con un bordado en las esquinas de este.

-Mira.

Dice pasando la primera página dejándome ver a un pequeño niño sonriente y regordete con una gorra.

-¿Ese eres tu? -Digo enamorada por lo dulce que parece en la foto- ¡Que adorable eras Shawn!

Es decir Shawn es adorable aún hoy en día, pero en esa foto de pequeño se pasa de adorable.

-¡Que mono por favor!

Digo encandilada sin dejar de mirar la foto.

-Tampoco es para tanto.

Dice sonrojada lo que me hace sonreír.

-¡Vamos no seas modesto! Ahora eres guapísimo, pero aquí Shawn, aquí sales adorable.

Digo llevándome las manos a las mejillas y sonriendole.

En cuanto el me devuelve la sonrisa y se sonroja un poco más me doy cuenta de que acabo de decirle a Shawn que me parece guapísimo.

Me sonrojo de mala manera y actúo como que no he dicho nada.

Me enseña un par de fotos mas a cada cual más adorable que la anterior, salia con sus padres y con su hermana.

Y de verdad que no puede haber un bebe tan bonito como lo era él.

Y lo sigue siendo aunque no tan bebe.

-¿Quieres ver la tele?

Dice mientras guarda el álbum en la caja.

"El chico de intercambio" Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora